Decimales

El amor está lleno de decimales;
por dos, ¿Por qué?, por favor.
Sin duda, las raíces no son cuadradas,
son tentáculos limando palabras
o probóscides específicas penetrando
en la flor del alma.

Números capicúas
acabando y empezando por ti.
Matemática exactamente irracional.
Los besos periódicos ahondando
en la piel con la perseverancia
del agua inquieta.
Y con la búsqueda de “PI”
nos perdemos en el amor eterno.
(Con lo lejos que queda eso
cuando vas a pie
lastrando un cuerpo humano)
Los días nuevos suman,
los viejos restan,
y al final nunca cuadra.
La tabla de multiplicar
es una comarca de cosquillas,
y pasar de la del dos
puede ser pecado
o la fórmula de la quiebra.

Sé que existen los logaritmos,
los senos hermosos, los cosenos,
(que deben ser pechos cosidos)
y las tangentes,
(el camino que siempre escojo)
Pero eso es enrevesar la vida,
excesivamente breve para dividirla:
bebeniñoadolescentehombremaduroancianotierra.
Creo que voy a hacerme de letras.
La solución errónea del problema
puede atribuirse a una licencia poética.

 

Aplausos, aplausos, aplausos...

 

Original poema mi estimado viento azul, cómo no, con el común denominador de todos los poemas de amor.. y el que sepa más que despeje la incógnita

el espaciador Tomeu, el espaciador....
::jos1:::

 

agradecimientos elevados a un billón.

Y un abrazo entero e indivisible.

 

Eso és, la x es una bestezuela resbaladiza,
apropiada para desquiciar,
revolver bolsillos,
abrir millones de cajones,
y descubrir que tal vez no quiere ser desenmascarada.

Besos, Sara, como siempre o mejores.