LA HUERTA

LA HUERTA

El dolor pasa lento…
insensibles palabras,
como heridas de caprichosas langostas
devastaron una y otra vez su huerta de letras.

Ahora,
llena de cicatrices
y estéril de emoción,
niega la dolida lluvia
y rechaza caricias al sol.
Sin ánima,
sus runas yacen mudas en las sombras.

El sentimiento,
que un día fuera savia de la tierra que acunó su nombre,
cantaba su amor en la labranza,
y a la hora de la siega,
hacia alarde reventando espigas.
Sus sueños acariciaba…
rindiendo honor a quien dedicaba sus granos.

Hoy,
lo que queda de él,
pide asilo al silencio…
al que abraza resignado,
para no escuchar
la tácita y húmeda queja de su propio eco…
letras que sin voz…
cuentan la triste historia de una huerta,
donde ya…
no revientan espigas.

Yazmín Faiz Calvo.
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Pues me ha gustado muchísimo.
Es un historia distinta, una forma distinta de hablar de la tristeza.
Me ha gustado descubrirte, seguiré leyéndote.
Saludos.

 

Muchas gracias David por leerme, me alegro ta haya gustado.
Saluditos.
Yazmín

 

¡Hermoso!!!

"Un día caerá sutil llovizna..
sobre la huerta que el hortelano ya sembró,
el rocío la regará con mil caricias..
el sol le irradiará rayos de calor,
ella, tendrá una nueva vida..
donde los campos florecerán con mucho más verdor,
el trigo brotará con sus espigas..
la flora, lucirá todo su esplendor.
No temas, esa huerta no se ha secado solo está marchita..
por un amor, de tierra árida empapó,
le toca su turno al hortelado..
en abonarla con delicadeza y eterno amor.

Cómo te quedó el sembradió, poeta???????? jajajaja
Besos

Evangelina

 

Evangelina, parece que el hortelano te escuchó ja¡ja¡ja¡ja¡
Gracias por el augurio.
Un abrazo.
Yazmín.