ME IRÉ SIN HACER RUIDO

Me iré sin que lo sepas cuando asome otro día
otra aurora, otra brisa, me llamará a lo lejos
ya no estaré a tu lado, ni tan sólo un reflejo
de mi triste memoria manchará tu alegría.

Hasta cerrar la puerta pisaré de puntillas
y entre la madrugada brillará ante el espejo
un poema furtivo que en la almohada te dejo
con el último arresto de mi amarga agonía.

No quiero que despiertes y una lágrima mía
y una lágrima tuya, confusas en un beso,
en el tierno rocío de aquel amor inmenso,
¡Nos canten con engaño su incierta melodía...!

 

Hermoso poema. Me puso un poco melancólica pero me gusto. Te sigo leyendo.

Un abrazo
Karen

 

poema grafico y melancolico me gusto mucho......

un saludo cariñoso

marcia

 

Todo adiós nos genera melancolía... te reitero mi gratitud por tu lectura.

 

Es la elocuencia de un sufrimiento intenso...

 

¡Muy bueno, amigo!

Saludos.

 

Hola Alfredo.
Porque seguir sufriendo a lo mejor como tu dices,
ser sigiloso y salir en silencio y en noche sin luna,
te evita ver el dolor de la otra persona,
y el de uno propio. A un que me gusto,
no estoy de acuerdo si que quieres dar a entender lo que pienso,
la manera de huir en silencio no encaja en mi forma de ver las cosas,
amigo mió pienso que a un que duela hay que dar la cara,
es una opinión sin ánimos de ofender,
Pues en tu foto veo un rostro de una bella persona. Cuídate.

Un abrazo. Eladi

 

Gracias... trataré de hacerlo mejor en honor a tan honrosa apreciación...

 

Gracias... la poesía a veces nos permite esa alquimia de unir la belleza y el dolor...

 

Mil gracias, Trigo, muy nutritivo este comentario... de veras es precioso (pero un momento así a veces es impredecible...)

 

Gracias, Juan... saludos

 

Sí, el trance más doloroso de un adiós es la duda...