siento

el llanto que entre la brisa baila
lo conduce en la lejanía hasta las montañas.
Bajando desde el cielo con un ramo de flores
se va destiñendo poco a poco mientras canta sus dolores

El paraíso quedó atrás y tú ángel no volviste
hora el edén tan cálido sólo forja paisajes tristes
aquellos ojos cual malaquita se volvieron grises
aquel fuego tan voraz sólo ceniza en los confines.

Estando atada a tí tú a lo lejos más allá
te busco y no te encuentro siento no poder andar
El horizonte forma de tu silueta polvo
mientras la luz refleja tu mirada en prisión de oro

La noche acariciando el espíritu y el mientras derrama
lágrimas al suelo, sangre pura fluye en calma
los laureles vuelan y hacen el papel de estrellas
cubren un manto negro mientras que con paz lo velan

Siento no ser musa ni como tu esperabas
una actriz en tu teatro una de las que tanto amabas
pero ahora el barco naufragó y deja como última huella
una astilla y un pinel y la llave rota de mi celda.

 

triste poema de amor hecha con el corazón, buenas imágenes de melancolía y nostalgia has plasmado de gran forma en tu poesía

 

muy bonito de verdad. la llave de mi celda me parecio un final genial.