Playa de maniobras

Cielo diáfano sobre el puente, encima de las vías.
hay muchos carriles, pero sólo dos sentidos,
los que van,
y los que vienen.

Pero no es pa´ mirar pa´ abajo que se sube.
Sino,
para escaparle a la chatura.
Estiro el cogote
y las veo pasar como dormidas,
recortadas contra el cielo.

Las aves se deslizan
sin hacer sonido.
Como una tijera en la cartulina celeste.

Van como suspendidas
de la mano de un dios transparente.
Un dios que no se ocupa de nosotros,
constructores de un mundo ruidoso,
lleno de rieles.
Aunque sólo hay dos sentidos:
Los que nos vamos,
los que vienen.

El viento es como el futuro,
me invita a asomarme a la baranda.
Arriba las aves sueñan suspendidas.
Van surcando el cielo a ciegas,
un alma las lleva de la mano.

Yo me siento un poco ave,
también, cuando las miro.
Y tal vez no es cierto esto que digo,
pero yo soy feliz cada vez que vuelo.
E intento hacerlo cada vez que puedo,
aunque me cueste la caída.



(Un "bocinazo" de saludo, de este tren a mitad de camino, para todos los que vienen.)

 

Todo un honor ser la primera en comentar tus versos llenas de imágenes nítidas y nutridas de viento y de mar ...mis estrellas poeta

 

UUUFFFF, realidad cotidiana la que describes, para quien puede volar como vos la caída es algo accesorio.
Un abrazo.

 

Excelente postal del día a día. un abrazo amigo