10. Envidia

10. ENVIDIA

De cálida sorpresa
tu vida amanecía guarnecida.
¡Tan grande era la empresa!
¡Tan dura la partida!
... Con oro tu labor reconocida.

Trabajas prolongado,
luchando contra vientos y mareas,
a veces desolado
por musas sin ideas,
el éxito persigues y deseas.

Esfuerzo dedicaste
a todas las misiones que iniciabas,
y nunca abandonaste,
y todo lo intentabas,
y nunca en el fracaso reparabas.

Dotado de ilusiones
tu mundo en el estudio residía.
Cegado de pasiones
el cuerpo resistía,
tenaz, el competir del día a día.

Muy joven empezabas
con retos y ambiciones poco usuales,
y tanto cuestionabas
principios muy triviales
o datos de sazón fundamentales.

Tu entorno entorpecía
el típico cariz de tu entusiasmo.
Con celos te veía,
con rabia y con sarcasmo
pretende confinarte en el marasmo.

¿Por qué, pues, te llamaron
privándote de sitios con futuro?
¿Acaso se olvidaron
del ímpetu maduro
que manda en tu indagar lo más oscuro?

Y ponen cortapisas,
obviando resultados objetivos,
mostrando con sonrisas
-estúpidos y altivos-
que no son más que simples y atrevidos.

Estás arrinconado
luchando por tus firmes convicciones,
y un día inesperado...
-¡Alud de sensaciones!-
te dicen que han premiado tus acciones.

Extraños han leído,
curiosos, los avances que publicas,
y juntos han creído
las cosas que predicas...
Los hechos que, probados, reivindicas.

Y ves con cierta pena
el tiempo que pasaste con castigo,
sufriendo la condena
-España es tu testigo-
de aquél que ahora se dice ser tu amigo.

xxx

Churrete






​

 

Me alegro mucho de que te hayan gustado, MariLuz... besos. Churrete.

 

Gracias Rafael... Un caluroso abrazo. Vicente.

 

Gracias amigo Dulcinista... lo triste del asunto es que es una historia real. Un abrazo. Churrete.