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La majestuosidad de lo palpable
me recuerda una verdad innegable
en una realidad cuestionable:
que en sincronicidad soy responsable.

De todo lo que existe,
de todo lo que pase,
de todo cuanto muere,
de todo cuanto nace.

Ser de la naturaleza humilde guardián,
proteger la corteza que todo nos da.
Bendita madre que no pide nada a cambio,
te extiendo mi siempre humilde, sincera mano.

Honorando a los mayores con creciente devoción,
esparciendo semillas vivas de bondad e ilusión,
construyendo mi destino con paciencia y compasión,
fomentando entre los hombres aires de revolución.

Necios son los que ignoran las señales
del universo que nos habla con números fractales.
Sabio quien observa aceptando su divinidad,
todos somos uno proyectando en alta densidad.

Que la gratitud se convierta en el aire que respiro,
para no dejarme perder el rumbo en el camino.
Que el amor se traslade a las palabras que escribo,
para levantar a todos los que encuentre decaídos.

 

Entonces, no eres tan absurdo.

 

Un gusto estar de nuevo leyendo tus versos.
Saludos cordiales.

 

Después de muchas experiencias con DMT lo absurdo pareciera tener un sentido (a pesar de que no existe experiencia más absurda).