14. Quattuordecim

Viajo a Andrómeda efímeramente.
Un tanto se convierte en infinidad.
Cierro los ojos para percibir mi existencia,
me ahogo en los recuerdos de algo fugaz.

Despierto al frente de un reflejo,
escucho a lo cerquita un riachuelo.
Observo en la tranquila marea,
el espejismo mío con carita de pequeña.

Veo en frente, una gran cueva.
Está cubierta de flores y rosas,
frutos crecen afuera de ella,
hasta tiene un bello y exquisito aroma.

Juego felizmente con las mariposas,
salto entre las plantas con alegría sin cesar.
No quiero salir de esta alumbrosa memoria,
sin embargo la cueva me susurra sin parar.

Evito oír su engañosa melodía,
deseo no mirar su cautivadora oscuridad.
Trato de distraerme con otras cosillas,
aparento una falsa animosidad.

Sé que las chiquitas no deberían deambular por esta cueva,
me dijeron que me quede entretenida afuera
en el bonito jardín.
Pero mi curiosidad está hambrienta,
y quiere pasear por allí...

Siguiendo el suave susurrar,
me adentro hipnotizada sin pensar.
El eco de mis pasos disminuye,
así como la luz huye.

De pronto el susurro se convierte en rugido,
una bestia se encuentra escondida.
Me acecha con ojos fundidos,
me fantasea como deliciosa bebida.

Me agarra del cuello,
sin piedad me rasguña,
me coge con duelo,
muerde mi piel con gruña.

La bestia satisfecha se aleja...
Mis piernitas siguen temblando.
Estoy asustada... y confundida,
¿Acaso me ha gustado?

Brillan mis ojos con deleite,
ante los morados de mi piel.
Disfruto mis crudas y salvajes heridas,
saboreo mi sangre como miel.

¿Será que quiero salir de la cueva?
De una extraña manera siento calidez en esta.
¿Será que quiero encontrar de nuevo a la bestia?
De una peculiar forma siento que pertenezco a ella.

Tengo miedo.
Miedo de mí.
Las otras chiquillas no son así.
Compórtate y salte de allí.

Al regresar al pequeño jardín,
Todo comienza a podrirse lentamente.
Los blancos y suaves pétalos se arrugan.
A las coloridas y jugosas frutas le salen verrugas.
Alrededor mío vuelan polillas sin razón,
y un rancio hedor emana de mi corazón.

Abro mis ojillos, he regresado de volar.
Quisiera no recordar..
quisiera olvidar lo que sentí...
Sin embargo, me place ahorcarme en mi memoria...
y me agrada descuartizarme en aquella trágica gloria.

Es un círculo sin fin.
Uno bien deprimente y repulsivo.
Esta chiquilla no para de tener,
un masoquismo emocional compulsivo.

 

"Masoquismo emocional compulsivo"
Qué buen diagnóstico!! Jajaja

Las veces que me han dicho que no me meta a una "cueva", debí escuchar y hacer caso...
A veces seguimos más el instinto autodestructivo que a los consejos... Pero, de no hacerlo, ¿qué se aprendería siempre parad@s en el jardín?

Por eso mis consejos siempre son "ve a la cueva y luego bebe de tu sangre a ver a qué te sabe", y quizás en un futuro también enseñe a "cómo ser feliz mientras algo adentro se rompe como parabrisa de auto en pleno choque... "
Así, feliz como si estuviese a un paso de robarle el puesto a San Pedro... ¿Crees que a alguien le interese ese consejo?

Saludos Alicia!

 

Prometía ser otro dulce relato de niña perdida. Gracias por oscurecerlo tanto. Te daría un latigazo como premio pero es físicamente imposible. Saludos cordiales, hunnie.

 

Ya extrañaba escucharte Sama.
Tal vez me gustaría quedarme en la cueva... en la oscuridad y la soledad que esta tiene. Pero se supone que tengo que seguir jugueteando con las mariposas.

Te mando un gran abrazo ❤️

 

¿Latigazo de premio? Interesante. Jajaja

Saludos

 

Quizás por FedEx.

 

¡Que bárbaro! Que increíble catarata de metáforas.
Yo no sé que opinan los demás pero yo estoy deseando llegar al milia nongenti nonaginta novem.
Digo que quien puede escribir un poema así, puede miles.

 

¡Gracias Cris!
Me ha alegrado satisfactoriamente tu comentario. Espero poder seguir escribiendo más. Sin duda, no puedo creer lo largo que me salió este... pero quería hacerlo un poquito especial. Y sí bombardeado de metáforas, que curiosamente refleja ámbitos de mi vida.
Saludos

 

me gusta las expresiones todas, las que haces converger y luego lo volátil....y luego esa ética, parece que se plantea al final indolora.

saludos.

 

Gracias Zev.
Saluditos

 

Interesante, oscuro y hechizante..

 

Gracias por leer mi poema