64 Kilómetros.

64 Kilómetros.
Esa es la distancia física que nos separa.
Apenas unos minutos al volante
y podría tenerte entre mis brazos.
64 Kilómetros.
Nunca dos ciudades tan cercanas, estuvieron tan separadas.
Maldita pandemia que nos condena al alejamiento.
Maldito comité de expertos
que nos va arrojando al comedero,
sucedáneos de libertad.
64 Kilómetros.
Un ínfimo espacio en la inmensidad del universo.
Un universo entero impidiendo que mi boca entregue los besos que le debe a tu boca.
Una mota de arena en el desierto,
que me deja con las manos vacías de ti.
Sé que esto es cuestión de tiempo.
Que esto también pasará.
Pero me urge mirarme en tu mirada
y cada hora se hace una eternidad.
64 Kilómetros.
Esa es la miserable y puñetera distancia que no me permite llegar, mi niña.
Para poder decirte:
Ya estoy aquí, pequeña.
Siento haber tardado tanto en llegar...

 

Estás a mi lado.
Aunque se nos antoje tocarnos,jugamos.
Es otra piedra a superar.
Paciencia y a esperar.
Mientras,me puedes volver loca de deseo para cuando nos encontremos abrirme como una de ésas botellas de champán.
¡Sin piedad!

 

Esperemos pues.
Y cuando terminemos de esperar, lo celebraré bebiendo trago a trago, de esa deliciosa botella de champán.
Sin dejarme nada...