A veces

Me duele un poco no saber como comenzar una historia,
mi alma tirita al compás de un piano
tan lamentable y triste,
solo quiero abrasarte,
sonar como una suave mentira en tu pecho,
de esas que gustan,
son dulces y aplacan el dolor,
apolillado atril de pensamientos fugases
distanciado miro alcanzando un poco tu ...
no importa que imbécil soy,
no hagas caso,
a veces despierto a medio escrito y digo eso
como describirlo,
es como pensar:

Que mal contar esta triste historia, dije de noche en la pensión hablando con la soledad y nadie respondió, nadie sabe que no soy capas de seguir mis propios labios cuando me posee esta voz tan melancólica, ¿tu eres nadie?.

Que sencillo es sufrir dije a la nada mirando el horizonte por la ventada y nada respondió, valparaíso lleno de luz me decía que la nada no existe y que dejara de soñar a media luna. Yo no pude responder, mi alma ya estaba empalagada por el mar y se perdía nuevamente hablando consigo misma.

A veces me gusta hablar contigo soledad ,aunque no respondas ,me gusta sentir que en ese rincón oscuro de la cocina puede haber alguien que quizás me escuche y responda para si. Y la cocina responde con un duro respirar, opaco q me recuerdan a... ¿que estoy diciendo? es solo el sonido del reloj.

A veces me pregunto si hablo de mi cuando escribo, la verdad mmm... no sabría decirlo... en parte hablo de mi , de una parte, que a veces despierta y no disfruta hablar con el horizonte , con la nada , con nadie o valparaíso como me gusta normalmente a mi.​