Ab-soluto

Siempre hay un pájaro con alas quebradas
Pero nunca nadie habla de su pico roto.
Si la melodía fisurada saliera de sus duros labios,
¿Quién dice que no rompería al arco iris
En dos mil pedazos como la lágrima con forma
De puño lo hace con el espejo colgado en el baño?

Ni cayera Neptuno sobre tu extraña cabeza
Y ya estás condenando al cielo que nunca se cayó
Y a la luna que no te aplastó. Camina el camino.
Hablas con los pies y tus muñecas dan cien pasos
Antes del amanecer, ¿es aquel resplandor
El destripado brillo del instante? O será un momento
Tal vez el radiante efímero que brilla. Un eterno.

Las ondas ergogénicas de una aorta en epilepsia,
Vomitando la témpera de la tentación y el sufrimiento,
Estimulan la deformación del débil esqueleto;
Es la música del silencio que no llora, el silencio
Que no ríe, que no clama ni que vive, el silencio
Que no goza ni que sufre, que no siente ni que muere.
El vacío atemperado pozo de cuatrocientos recuerdos
Marchitos: los traicionados templarios de un cadáver.

No hay vacuidad en lo profundo. La nada es algo
Al tanto que algo es nada y todo, mas en lo vacuo
Hundo el estoque y siembro a la par de lo que fundo,
Una Ofelia con cinco espinas en el torso, y aprendo
Esquivando ecos: un júbilo es el papel del Dios.
Siempre hay un árbol que está dispuesto a escuchar
Nuestros silentes. ¡Date a volar antes que el Sol
Caiga sobre nuestros párpados, eterna criatura!;
El arenado mapa mundi con base en roble a nuestras
Piernas extraña, como el caminar a los pies del profeta.

Y sobre el vértice del rayo de una estrella,
Extiendo mis manos hacia el rostro de lo eterno,
Que en ojos de infinito bendice nos aquí a-bajo,
Santo Dios Sin Nombre el mago y el verdugo,
Sérapis del Nuevo Mundo, ¿ven la moneda girar
En la cúspide del infiniterno sobre la morada del Tao?
Es de plata el brillo que nos duele, ¿nace una estrellita
En el instante que camina sobre el puente?
Un antes y un después de absolutos bordean al absoluto:
¿Es la suerte que canta en un silencio oído jamás?
A ojos cerrados el suelo espera: y cae la damisela
(Es este un génesis a los oreados ojos de Oriente):
Big - Bang.

 

Hola don Nýcolas, y ahora dónde anda doña Grace.
Bueno, cuando se puede, tratamos de que nadie aquí se vaya con un cero por falta de simpatías tempranas. Abrazos y suerte en esta vuelta.

 

Gracias a por vuestras palabras, Melquíades. Mis saludos a por ti.

 

Amplios versos en envergadura de delicados trazos poéticos.


Saludo tus versos, es un verdadero honor leerte poeta.

 

G r a c i a s, Víctor.