Abanico

Mi vientre se estira y encoge
encoge y estira
como abanico.

Sobre el mármol
la mosca zumba
tozuda
abusivo gesto
de tacto acrílico.

Mi vientre pretende y musita:
“honey, come a little closer”.
Puerta árida abriéndole paso a la avenencia.
Y en el ingreso
aquella música...
Dmitri Shostakovich - Symphony No. 5
mezclándose
con el sollozo de un seno.

Mi vientre se encoge
y estira
en ese instante pálido e inodoro
donde solamente el zumbido
de la mosca
confirma
el uso del abanico.

 

Buen poema, un placer pasar y disfrutar de tu poesía.
Un abrazo fraterno poeta.

 

¡Muchas gracias!

Un abrazo.

 

Muy bueno este poema, compañera,saludos cordiales.

 

Un poema que invita a reflexionar sobre el suelo, como soporte para dormir, toda la noche.
Porque el suelo está duro, y nos comunica con el planeta Tierra.
Además, caminar descalzos por la playa, o por el campo, nos ayuda a quitarnos de encima, las tribulaciones.
La Madre Tierra se lleva nuestro mal humor, porque ella está fuerte y puede tranquilizarnos.
Entonces, la desnudez de tu cuerpo, es semejante a la desnudez de un mundo.
En el cuál, la mosca podría ser una gran nación.





O la desnudez de un grupo de Música, con respecto a una gran canción.

 

Muchas gracias por su visita. ¡Un gusto!

Saludos cordiales.

 

Nomito precioso...Muchas gracias por tenerme en cuenta, siempre.

Saludos cordiales

 

¡Gracias!

 

Senkiu!