Acompáñame.

Acompáñame.

No me alcanza para el vino,
me hace falta la copa,
no tengo ningún lauro
nada se derrama por mis dedos.

No tengo la fortuna
que me da la casta
soy de sangre humilde
la que vierte esperanza.

Soy solo un mendigo
que atesora la riqueza
ganada con la fuerza
que le queda al alma.

Si eso me alcanza para tocarte
me doy por bien servido,
si sabes del dolor del que siempre ama
déjalo que llore, tiéndele la mano.

Si una lágrima define mi sentir,
no es flaqueza, es solo que
me gana la tristeza,
deja mi alma llore, esa es mi nobleza.

Si me ves y en este duelo
se asoma la tristeza,
acompáñame, que de amor
nadie se muere,
es de noble estirpe tu conciencia.

Me hace bien tu compañía,
mi soledad es pasajera,
sé que nunca me abandonas
cuando mi voz se quiebra,
no se nuble mi destino,
la luz está al final del camino.

Si me das tu mano amiga,
nunca perderé el rumbo,
sé mi guía, que tú sabes
donde se bifurca el sendero,
has estado en este suplicio,
no dejes que me arrastre…
al precipicio.

Geber Humberto Pérez Ulín.

 

Un gusto haberlo leido. Me a dejado un recuerdo plasmado en mi memoria, dulce amiga compañera que todos queremos que nos acompañe. Saludos.

 

Hola Fran, gracias por leer estas sencillas letras.
abrazos.

 

Te acompaño y te aplaudo. Ha sido un placer leerte
Un fuerte abrazo con estrellas

 

Gracias Rosarito, tu siempre me acompañas, abrazos y besos.

 

Pues si quieres, déjame ser tu lazarillo que seguro caemos juntos al precipicio jajjaa. Grandiosa tu pluma. Felicidades. Abrazos...

 

pues agarrémonos de las manos.. abrazos,

 

Precioso aunque melancólico tu poema amigo, un deleite leerte. Mis aplausos y un abrazo.

 

Gracias LUVIAN, abrazos.

 

chido valedor, chido, triste pero chido. un abrazo fuerte y nos topamos en las letras.

 

Orale cuate.. abrazos.