Adversativas

Hola amigos mundopoetosos:
Es un momento intenso el que se vive en mi patria, estos versos, que tienen pocos meses de haber sido hecho, me parecen oportunos.
Apapachos primaverales: Miguel

Adversativas

A veces pongo amor en donde dice ultraje,
las noches en que acosa la penuria
y digo inmensidad cuando la injuria
convida a la ceguera de su viaje.

A veces traigo un mar como equipaje,
si el desierto se extiende con su furia
y un verso canto, lleno de lujuria,
si la aridez despliega su ropaje.

Sé que este tiempo es duro y es amargo
que las dichas escasas y elusivas
pero mi voz apuesta por mi suerte.

Sé que ella ha de ganar y sin embargo,
me gusta interponer adversativas
ante el discurso ajado de la muerte.

 

A veces traigo un mar como equipaje
si el desierto se extiende con su furia¡
Que hermosas estas lineas, es cierto que el versar, calma muchas veces la aridez de las circunstancias.

 

Líneas que comparten un sentimiento de distancia y arraigo.

Aunque medie un equipaje, siempre se conserva el terruño dentro del alma.

Muy buenas pinceladas Miguel. Un gustazo viajar por tus versares.

Un abrazo.

 

Tu poesía siempre es oportuna, estimado Miguegarza,
pero como tú dices, está va al dedillo de los malos tiempos a los que hay que poner buena cara;
tiene mi APTO;
un saludo cordial,
edelabarra

 

Hola Olga:
Gracias por tus cálidas palabras, con las que concuerdo, en efecto la poesía -pero en general el arte, y la música es un buen ejemplo- mitiga la aridez de las circunstancias, me aventuraría a decir que el arte nos humaniza, en el sentido de que potencia nestras mejores capacidades.
Apapachos: Miguel

 

Hola César:
Eres muy amable con mis versos, te agradezco la visita. En efecto, el alma, esa viajera de la vida, siempre tiene que cargar en su equipaje todo aquelllo que la vuelva más digna.
Apapachos: Miguel

 

Hola Eduardo:
Gracias por tus palabras, el arte, más allá de las creencias de cada cual, es una vía privilegiada para aprehender el setido sagrado de la existencia. Te doy las gracias por el Apto concedido a los presentes versos con un gran apapacho: Miguel

 

Casi siempre triunfan los molinos, estimado Miguel, pero no es de poetas renunciar a las quijotadas: defender la palabra es defender lo humano.

un abrazo
j.

 

Hola Jorge:
Gracias por tu siempre atenta lectura y por tu cordial resspuesta. Y sí eso de las quijotadas es cosa de poetas, en este siglo pocos molinos de viento quedan, pero las ondas hertzianas son aspas que difunden palabrería hueca y estulticia por doquier, así que enfrentarlas con la lanza de los endecasílabos no deja de tener su mérito, a mi parecer.
Un apapacho: Miguel