Agua

De corrientes turbias o remansos cristalinos
brotan las emociones

En profundos lagos en lo alto de las cumbres
descansan saldados los perdones

En sagradas fuentes que manan de la tierra
el cálid de la vida se prodiga

Con la fina lluvia que acompasa los días
sanamos lentamente el mal de amores

El rumor ligero, susurro de un regato,
los tristes pensamientos evanece

En pequeñas charcas, espejos del destino,
el rostro de la esfinge se aparece

Nos muestra una verdad consoladora
el mágico fingir de los sentidos
el yo, doncel inquieto, se adormece

El miedo a la muerte palidece
quedamos suspendidos en el tiempo
y un torrente de paz nos estremece
​

 

Muy hermoso. tu poema...

Saludos.


José de Jesús

 

Gracias.

Un saludo.

 

Hermosura espléndida de excelente creación, maravilla divina.
Jorge Lemoine y Bosshardt, "Estrella Máxima" de Mundo Poesía.