Ajedrecista

Hondamente, tus semejanzas.
Hondamente, facetas y destellos de tu diamante.
Es tu mente efervescente, que pugna con el agua potable, en un vaso de cristal.
Te deshaces, luchando al Ajedrez, contra Mikhail Tal. Mago de Riga...


Nobleza obliga a conquistar el título de campeón mundial.


No cabe otra opción. Tienes una inteligencia fuera de lo común. Descomunal.
Tu cerebro o decodificador es gigantesco. El torneo es dantesco.
Entre el cielo y el Infierno. Apocalíptico: Revelador.
Tus debilidades, como las de Antonio Machín; de ellas, todos están muy enterados.


Magnus Carlsen contra Judith Polgar. No se la juegan a los dados.


¿ Son niños prodigio ? ¿ Son superdotados ? ¿ Hamburguesa, Cocacola, chicle, Rock and Roll ?
Qué más quisiera yo que ser como Madamme Curie, y descubrir el uranio.
Un elemento radiactivo, de la tabla periódica. No es vidrio.
Ni tampoco pegamento. Sino, en estos tiempos que corren, un descubrimiento y un hallazgo.


Yazgo... Me tumbo. Me cuezo en mis pensamientos.





Me guiso.
Me froto.
Me aliso los cabellos.
Soy uno de ellos. Estamos entregando nuestro talento al mismo experimento.


Que es poco frecuente: La Guerra Santa existe y es deporte. También, un arte en el tablero.


Y se me ve el plumero.
Poca estrategia. Escasa táctica.
Requisitos fundamentales para que fluya mi Poesía en el ecosistema.
Requisitos fundamentales para que triunfe yo, con la chica de Ipanema.


Candidato eliminado. No seré elegido Sheriff del condado.

 

Me gusta tu originalidad. Me hiciste evocar una lectura de Stefan Zweigh, titulada Novela de Ajedrez. Muy recomendable
Saludos

 

Auténtico estilo propio, vanguardista, de verdad que es interesante la lectura, gracias por compartir. Saludos cordiales.

 

Gracias a los dos, por vuestras aportaciones, tan interesantes. Yo envidio a los que saben mover bien, las piezas en el tablero. Pero no me malinterpreten: También, los admiro. ¿ Vale ? Es una envidia sana. Soy poeta, y no lo puedo remediar. Es mi verdadera vocación. Así, pues, no puedo lucirme en otras profesiones. Pero ya me gustaría ser actor, o cómico, o incluso, Gigoló. Je, je, je. El Ajedrez... Uff, qué gran juego. Si soportas varias partidas seguidas, contra diversos contrincantes, tú notarás esa presión, en tu mente.