AlgÚn tiempo

Llevo algún tiempo
en mi casa pequeña
de sentir despacio.
Esa caracola que enmudece
la presencia del resto
y pinta de lejana nube
el ruido citadino.

Llevo algún tiempo
sin morder fusiles,
sin temblar de miedo
y sin abrir los ojos
para no hablar por ellos.

Llevo algún tiempo
con los oídos necios
de tantas palabras sordas.

Pero escucho con nitidez
como el espejo me cuenta
que llego demasiado cordero
para morir rebelde
y demasiado tarde
para ser un bonito cadáver.

Tú cabes en mi caracola,
siempre que no te mareen
las curvas que llegan al corazón,
y vengas vestida de abrazos
o salpiques besos sin previo aviso.

Me hallarás con bata y zapatillas,
probablemente fumando,
con escasa voluntad de cambiar el mundo
pero con férrea resistencia
a que el mundo no nos cambie.

Llevo algún tiempo
en mi casa pequeña
de sentir despacio
y eso, me regala
cierto carraspeo en la voz,
una feliz ignorancia,
y la hoguera dulce de tu presencia.

 

Sentir despacio la fuerza de tu proyecto de vida. Venís llevando un tiempo que no ha sido ni es vano, respecto de vivir con amor y poesía.

Precioso planteo existencial. Un abrazo azul de viento y cielo.

 

Bellísimos versos, calidad y precioso trabajo.

 

Gracias neoawuela, creo que he vuelto para leerte. ¿Dónde estás escrita? Yo si fuera árbol quisiera reencarnarme en un libro de tu autoría. Dime cosas, si quieres en privado, sé que andas ocupadísima, pero dedícame un minuto y dos o tres besos y un fuerte abrazo.

 

Gracias neoawela. Creo que he vuelto para leerte. ¿Dónde escribes? Si yo fuera árbol me gustaría reencarnarme en un libro de tu autoría. Mándame un mensaje para que te sepa. Besos

 

Muchas gracias, Jorge. Un honor y un placer tu presencia. Saludos

 

Viento... extrañaba tu palabra. Que reconfortante es volver a un sitio en donde se encuentra la palabra que nos llenaba.
Precioso poema. Veo que ya somos algunos cuantos los que hemos estado "dormitando-mudos" dentro de una caracola y con la rebeldía asomando a pesar de ello. Saludos Viento.

 

No hay como guarecerse siempre que haya una puerta hacia la libertad. Besos marinos, de azul a azul.