Alimentación diaria

Al rededor de un plato que bulle
siempre de cara al sol
La harina de maíz que lo rodea
se cocina a fuego alto de día
y disminulle su llama bajo la luna

El huevo frito que cruza los
cielos y solo su yema se come
con el pan de cada día
bajando por la frente del labrador

Se cae por la mejilla del cocinero,
Allá... Por donde el horizonte
es melón y se pierden los panes
con tocino.

 

estupendo poema de surrealismo culinario, amigo Lexema. Un placer leer, enhorabuena. Un cálido saludo.

 

Ahora mismo comeré huevos fritos...tan excelente poema me dio hambre.
Un abrazo grande y fuerte

 

Muy original tu poema Lexema y muy sabroso ja ja ja . Un gran abrazo.

 

Jajajaj



acompáñalos con una tortilla española.
Excelente plato, pero ojo espera a que se enfríe.
No te pase como a mí, que aún guardo la cicatriz en la lengua y en la memoria. Jajaja.


Yo dándote consejos de tortilla española.

Como diría nuestro amigo Iván: ! mirá voz! Si que sos un boludo jajaja

 

Las visitas del Ortunyo
Son esquisitas
Las de Tribuzen son agradables
Pero no tan bonitas
como las de Laly.
Entre tú y yo.


Gracias a todos por desayunar
conmigo en esta mi mañana.
Ya el Ortunyo se fue a comer primero y ahora prepara el almuerzo.

 

Cada vez que subes un tema, no me lo pierdo vpor nada.
Pues a veces me quedo buscando por ratos interpretando tus palabras.

Y cuando al fin lo pillo,
Digo: conchales y recorcholis. Eso era...!

Eres un Matatan en eso.

Saludos

 

Muchas gracias, querido amigo Lexema, y también disfruto de tu poesía y compañía. Un abrazo, feliz domingo!

 

Que almorzamos hoy Ortunyo?
Gracias a todos amigos por hacerme reir tanto con sus comentarios, son geniales Abrazossss

 

Hola Miguel te cuento que las gambas están al dos por uno, pero primero debes sacarle lasnpuas al erizo.

Te dan dos gambas por un erizo
Sin púas.

Gracias por la visita
en la mesa del Ortunyo nadie
se sienta a comer.
Él les pide que se sienten
en las sillas que para eso están.

 

Abrazos afectuosos estimado Maestro....

Quise plasmar El día de manera gastronómica. Poniendo al mar como un plato, a esa arena color oro del caribe que se calienta tanto que nos cocina los pies. O los pieses como diría Maduro...