Alma Zen

En el trastero de un pequeño centro
del centro
estratégicamente orientado al suroeste.

Guardada bajo SIETE llaves
con sus SEIS diminutos candados,
protegida por una serie de CINCO significantes dígitos,
premeditadamente olvidados.

Espera preciosamente lacada,
y minuciosamente adornada
con filigranas de pan de oro,
la anacarada caja de los truenos.

CUATRO imperecederos,
TRES consustanciales,
DOS tremendamente expansivos
y UNO eterno.

Guardando.
Aguardando un mal contacto.
Polvorín con alma de jarana,
manteniendo el frágil equilibrio.

Chispa caprichosa e impaciente,
deseando que todo salte por los aires
para descubrir el final del cuento chino.

Un mal contacto
y a tomar viento el té de rooibos,
la pausada respiración, las velitas,
los chacras, los elefantes de trompa erecta
mirando a la ventana,
y todo el incienso del alma zen.

Zen... y CERO
((( PATAPUUUUM )))



Curasanadores del mal ajeno
... sonajeros.

Mantras,
que sois unos mantras!!!

 

7,6,5,4,3,2,1,0.....Explosión!!

Un gusto pasar por tus versos, saludos.
Azalea.

 

Muchas gracias Azalea. Disculpa que haya tardado un poco en responder. Con la explosión quedó todo hecho un desastre
Un fuerte abrazo!

 

Jejeje, un abrazote, poeta.