Altiva

Vengan a mi los padeceres
que encerrados están en tu alma
y se te devuelva la calma
por ingratos procederes.

En ti pongo mi arrojo
y por espinados caminos
cruzaré entre abrojos
para complacer tus antojos.

No importa que desprecies
en tus mas íntimos sentires
y con desdén no aprecies
los amores de mis pénsiles.

Ves altiva y de reojo
a quién te ofrece en manojos
las rosas de sus rosales
postrado ante ti de hinojos.

Y sumisa y sometida
sufres los quebrantos
y a sus pies caes rendida
al que te desprecia tanto.

En la espera persuadido
de vencer tu indiferencia
y que al fin darás olvido
al que tanto te desprecia
y comprendas que querer
al que nunca te ha querido
es sufrir en los vacíos
de la ira y la impotencia
aguardaré cauteloso
el pasar de la tormenta
y en los vientos calmosos
cuando al fin saques cuenta
del largo tiempo perdido
y sientas en tu pecho
de mi pecho sus latidos
abras tu corazón
y en el haga mi nido.


























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Gracias Lourdes,luz a tus caminos,cariños.

 

Agradecido por tus sinceras palabras,un abrazo.