Amada compañera.

Me vistes cambiar, crecer, madurar... caer, levantar...
Te quise hasta la eternidad... por nada te hubiese querido cambiar...
Me despisté y cuando me quise dar cuenta...
Estaba solo como un perro en la cuneta...
Perdido y desolado, me pregunto si ya me habrás olvidado...
Yo aquí de ti sigo enamorado...
De repente tan distanciados...
Déjame por un momento...
Parar el tiempo y llevarte al pasado...
Déjame tenerte un rato más a mi lado...
Es tanto lo que duele...
Pensarte y no tenerte...
No poder tocarte...
Pensar que ya no necesitas abrazarme y sentirme...
Dime la receta ya que yo no puedo resistirme...
Con esto y un trozo de mi corazón...
Me toca irme.

 

muchas veces no nos damos cuenta que vamos perdiendo a ese ser tan generoso que ha estado siempre a nuestro lado, acompañándonos y ayudándonos con amor, y como dice un dicho popular: nos damos cuenta de ello cuando lo hemos perdido.
Saludos Poeta

 

Excelencia en la calidad maravillosa de la creación, tarea sobresaliente.
Jorge Lemoine y Bosshardt, "Estrella Máxima" de Mundo Poesía.