Amada mia

Mis ojos acuden de nuevo a ti
Y contemplo los rasgos de mi amada.
Amada mía, muy amada.
crisálida inesperada que vuela hacia mis labios

y resurgen en el manto de la noche
y se esconden con inmensa vergüenza
para poder amarte sin medida
y descansar después del amor…

y por fin la inmensidad del gozo
la plenitud del amor…
cual salida magnífica de la lujuria

tus quejas, mis gemidos, nuestro placer
descansando sobre sábanas blancas
y morir abrazados


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