Amor casto.

Y se fugan de prisión.
Y no tienen dónde ir.
Y se inventan un periplo.
Y discurren por las calles de la ciudad.


¡ Qué ilusión ! Convento inmaculado, hogar, dulce hogar... Prudencia rigurosa.


Río de aguas bulliciosas. Amigos, uno entre mil.
Borrón, y cuenta nueva. Ya, sin orden religiosa.
Son testigos de los hechos siderales.
Son poetisas fenomenales.


Varita mágica y gran hotel aparece, que es muy caro.


¡ Qué descaro ! Un lingote de oro puro.
¿ Cuánto vale ? A una joyería, a que lo tasen.
Pesa mucho. No es un trozo de madera, para cortar con un serrucho.
Heladería abierta y disponible, mas no hay monedas.


¡ Necesito cambio ! Cambio lingote de oro macizo, por dinero.


Convento religioso por hotel de cinco estrellas.
¡ Cambio !

 

Gracias por tu apoyo, sirviente.
Quiero decir, comentarista.
O sea, compañero.
Yo sigo mi camino.
¿ Un amor perpetuo ?
Eso, ¿ Cómo se sostiene ?
¿ Tiene fundamento ? Habrá sufrimiento.
Por ejemplo, ser sirviente. Ser menos.
El que se casa, por todo pasa.