Amor planetario.

Otra vez, mi voz pasará desapercibida.
Al parecer, nunca hay nadie, en ningún lugar del Cosmos.
Que sí, que lo parece, y nos apetece hacer una simulación, por todo lo alto.
¡ Somos humanos ! ¡ Somos divinos ! Nosotros somos dueños de nuestro destino.


Yo amo a todo el mundo. Y a otros planetas, también.


Todo comenzó en un nanosegundo. ¡ Abróchense el cinturón !
El estallido inicial, y desde entonces, el latido sigue expandiéndose.
Lleno de galaxias, en las que la vida física es un suspiro, y un milagro.
Todos, derritiéndose.


Todos, fundidos en cada Momento. Todos, rabiosamente actuales.


Todos, en el momento presente.
Pero todo se basa en los Recuerdos.
Luego por tanto, el estudiante precisa de una buena memoria.
Y Dios también. No se preocupen. Admite muchos episodios de la Historia.


Jesús debía ser crucificado. Pero John-Fitzgerald Kennedy no debió morir, de un cruel disparo.





Que me lo expliquen.
Y aquí seguimos, cooperando.
Para que no volvamos a meter la pata, hasta el fondo.
Humanidad... Busquemos el negocio redondo.


Rodar, rodar y rodar películas de cine. Con la paloma y la encina...