Amores ajenos

Valla que la vida es cruel,
yo moría por ella,
y ella moría por el,
OH!,corazón, herido y moribundo,
tu queriéndola a ella,
y ella queriendo otro mundo.

Aunque una mujer a mi lado,
me acompaña todos los días,
no puedo olvidar aquella flor,
de la que mi corazón, tan triste,
como tarde de lluvia, algún día amó,
¡pero que digo!?, amo?, no!
no puedo decir eso, pues el,
corazón ensangrentado,
todavía la sigue amando.

Valla ruleta es la vida,
yo amándola a ella,
y ella amándolo a el,
en un altar, la vi jurar amor eterno,
a el, a ese hombre,
de ojos verdes y cabello claro,
a el, el que, el destino le asigno,
ser mi hermano.

¿Que por que nunca le dije nada?,
no fue por cobardía, ni por temor
al rechazo, maldita suerte la mía!,
pues primero la vio mi hermano.

Perdón a dios, y no a los hombres,
por querer a una mujer ajena,
como ajeno es el sol para la noche,
como ajeno es el juguete caro para el niño pobre,
como ajeno es, la mujer del prójimo.

Y no se, si por mi siente,
o sintió algo, solo una cosa se,
que mi ojos cuando la veían,
seguían el brillo de sus labios.

Pero hoy, después de tanto tiempo,
cuando sus ojos ya no me miran,
cuando su alma descansando está,
este corazón terco y ciego,
poco a poco, muriendo por ella está.

Y a mi hermano, que siempre dijo amarla
y respetarla, lo maldigo,
no por quitarme a la mujer de mi vida,
sino porque hasta el sol de hoy,
he de enterarme, que cuando yo no estaba,
el, en mi propia cama, a mi esposa se lo hacia.

Yo, que siempre respeté su unión,
con aquella mujer tan pura como el alma,
que aunque por besarla moría,
nunca toque sus labios,
por respeto a quien yo creía,
era mi hermano.

Pero el, traicionero de pura sangre,
sin yo darme cuenta, deshojaba la margarita,
que todas las noches a mi lado dormía,
quizás nunca la quise, pero siempre la respete,
y lo respete a el, pues aunque a su mujer deseaba,
ni con el pétalo de una rosa, me atreví a tocarla.

En este momento, de penurias y traiciones,
con un arma en la mano, los cuerpos ensangrentados,
tirados en el piso, de quien un día fue mi esposa y
de quien un día llame hermano, mirando al cielo,
le pido perdón a dios y no a los hombres.


Gustavo Bracho
San Cristóbal, 18 de septiembre de 2008

 

Terrible historia, en sentido poema, estimado Bracho,
la mujer ajena, muchas veces es motivo de discordia
y más cuando involucra a amigos o hermanos;
Un saludo cordial,
edelabarra

 

Muchas gracias por la correccion ortográfica, ahora, en cuanto al tema, simplemente ese dia no me sentia con buenos animos para escribir algo "rosa".

Por otro lado la idea de estar en este foro, es precisamente buscar estas criticas constructivas para desarrollar de manera optima esta pasión, agradezco de verdad su comentario.

Ahora si me llama la atencion que me dices que es una terrible historia en sentido poesia, he leido poesias demasiado tristes, aunque reconozco que la mia es para cortarse las venas :::blush:::, pero bueno para eso estoy aqui, para aprender de ustedes.

Saludos.

 

Muy buen poema, Gustavo.
Ha sido un placer leerte.

Besos.

 

Amigo Gustavo... Tu poema esta muy bien expresado.. Me encantas las metáforas que usas! El cierre muy bueno... tu poesía es muy real.. muy sincera!

 

Amores cruzados.