Anda

Dedicado a nuestros hijos

No esperes por mi
un confín te aguarda
yo no pude
pero si tu puedes
mi poder se salva
yo no estuve
pero si tu estas
mi ilusión
se ensalza

Son tus pasos
mi continuidad
descalza
es tu viaje
el fin de mi marchar
sin pausa

Ya no cuides de mi
soy sed de mis plantas
y de la tierra
y del mar
y de un arpegio
la calma

Eva

 

Brillante!!!

 

Hermoso recorrido de la realidad que nos atañe a nuestros hijos. cuando creemos decaer, el hijo enarbola nuestra bandera con su puño bien cerrado y firme y nos convencemos que DIOS nos ha regalado la mejor continuidad.

 

Muy hermoso Eva, Un poema muy emotivo, los hijos sin duda son esa
continuidad que anhelamos para perpetuar nuestro espíritu, nuestra
sangre. Mucho tiempo hacía que no te veía amiga linda, que bueno
que estas de nuevo por aquí. Gracias por tu dulce compartir.
Besitos cariñosos apretados en tus mejillas.

 

Muchas gracias mi querida Anamer, es que las musas parece que andan en algun confinamiento, pero ya no me voy de este sitio, este es mi remanso. Gracias otra vez por aparecer siempre y recordarme que queda mucha poesia por hacer.
Un beso y un abrazo cálidos para ti.

 

Gracias, muchas gracias Nube Atardecer, te tome también un pedacito de tu mar

 

Muchas gracias Antonio, estoy muy feliz de contar con su visita.
Los hijos siempre son nuestra continua inspiracion para vivir, y si logramos que, como dices, tomen nuestra bandera, que sea la del bien, entonces ha valido la pena.

 

Dulce y abnegada la transición del acompasar al dejar ir libre.
Nada como ese sentir apegado a quienes son por siempre nuestr@s bebes.
Me agrado leerte