Ángel

Ángel de alas negras, desciende.
Muestra tu magnificencia,
rompe la ilusión que nos ciega.

De todo aquello que somos,
de todo aquello que queremos ser,
clava tus garras en la tierra.

Sólo una gota de sangre,
romperá el velo de maya
y abrirá esta oquedad torácica.

Para extinguir el odio,
debe morir la adoración,
entonces reinará el sentimiento.

Entonces tu conciencia,
arropará a la humanidad
dando sentido al solitario, al justo.

Hermanando hombre y animal,
despertarás al verdadero ser
y perecerás como naciste,
dentro de él.

 

Todo eso es muy bonito, pero no se ha de cumplir.
Ya que los sueños, sueños son.
Y sin embargo, el camino dice así: Vive, sueña, goza, sufre.
Eres tú, poeta, el protagonista de tu propia película.

 

Este poema está basado en la teoría de la sombra del Jung. El ángel negro es aquello que no reconocemos como nuestro, el egoísmo, la avaricia o la estupidez. En mi opinión, la raza humana no puede avanzar siguiendo el concepto teísta de iluminación. Necesita conocer y aceptar todos sus defectos, para así poder aspirar a ser un ser completo.

 

Precisamente. La perfección contiene lo maravilloso, y lo execrable. Son muchos escalones. Por ello, hay de todo, en la viña del Señor. Y aspiramos a lo más noble. Pero nobleza obliga a saber perder, de vez en cuándo. Así es cómo la luz, deja a la obscuridad en evidencia. No es por las malas, sino poco a poco, con tesón y coraje.

 

Muy bello, certero y profundo, me ha gustado mucho amigo IQW. Un abrazo. Paco.