Anhelo insaciable

Anhelo insaciable

Este ansioso apetito que me impele
a comerme la luna, verso a verso,
aunque su fría luz sea el reverso
que muestra esa verdad que tanto duele.

Esta hambre perpetua de belleza
que ensaliva la tinta de mi pluma,
como ensaliva el mar toda la espuma,
al lamer de la arena su tibieza.

Es locura voraz que no se sacia,
ni del amanecer, ni del ocaso;
me muestra que es la vida un bien escaso
y la felicidad una falacia.

Hambre de sueños, hambre de ternura,
que solo en el amor encuentra cura.
​

 

Pues si, querida Luciana, hay días en los que te comerías el mundo, en medio de esa ansia que solo la calma, el amor y la ternura. Pero si nos venden simulacros estamos perdidas. Hay una extraña inquietud que nos posee a veces inevitablemente.
Tú sabes bien de lo que te hablo.
Beso Luciana con agradecimiento.
Isabel

 

Seguramente como siempre llevas razón, Sergio, pero hay días en los que no te conformas, hasta que te das cuenta, de que toda esa búsqueda incesante e insaciable se detiene cuando eres consciente de que eso que buscabas fuera, está dentro, solo el amor nos cura, nos sacia, nos serena.
Gracias por estar al otro lado.
Beso, Sergio

 

Ángel, si, de eso no hay duda, el amor lo puede todo. Gracias por dejar tu huella, siempre amable y generosa.
Un abrazo fraternal.
Isabel

 

Hola Javier, que bueno es encontrarse con tus divertido comentarios, gracia por leer y dejar tu huella, por tu compañía.
Un gran abrazo con el afecto de siempre.
Isabel

 

Gracias, Luis. por este certero y amable comentario.
Un abrazo.
Isabel

 

Amadeo, cómo resistirse a la bondad de tus comentarios?...
Yo si que disfruto de cada apalabra que me dejas, a ver si con todo esto que me dices me inflo y exploto.
Ya quiera yo tener ese talento del que hablas, pero lo que no cabe duda es de que tengo un amigo de lo mas generoso.
Un abrazo,
Isabel

 

Que hermoso comentario me dejas Javier, gracia por tu generosa mirada, que siempre fue un lujo.
Un abrazo igualmente fraternal desde mi mar.
Saludos
Isabel