Antaño.

Antaño


Guayaquil, donde nacimos
y donde alegres crecimos
nos enseño que primero
tenemos que ser sinceros.



También ser generosos,
nunca ser pretenciosos
ni soberbios o ingratos
ni déspotas en el trato.



Ser prudente y moderados
y alertadas y ponderados
en triunfos que se ofrecen
y fracasos que estremecen.



En las contiendas febriles
mantenernos siempre viriles
pero sin jamás calumniar
como una forma de pelear.



Respetar todos los humanos
y ser buenos ciudadanos
a venerar a los ancianos
ayudarnos como hermanos.



Ya casi no quedan señas
de El Astillero y las Peñas
de la Rotonda de esos años
¡Del Guayaquil de Antaño!


Guayaquil, Agosto 30 de 1980




AUTORIA

Galo Roldos Garcés



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Guayaquil - Ecuador​