Antón Pirulero

Antón Pirulero


Yo, que siempre fui mimo
de la dama y del domo,
de la niña experimento
y del homo la dulzor,
ahora soy pepino
de mala reputación,
porque lo dijo una alemana
que va sobrada de pepón.

El pepino pepe,
el pepino papa;
del pepino bebe
que el pepino engancha,
que un pepino tiene
las pepitas fama,
y si un pepino muere
se nos muere España.

Que el pepino es
lo que todos quieren,
pero que se callan…

Un pepino inglés
nunca da la talla.
Por la oreja, pañuelos españoles,
los pepinos esos,
son todo una caña.


Pepinos de las tierras españolas,
uníos con las americanas,
saldrán pepinos altivos,
envidia de las alemanas,
que quieren los campos cultivos
de otras naciones baratas.

Tu precio es el oro pepín,
que adorna el gazpacho andaluz,
y quieren cobrar por serrín,
y esconden la cara avestruz,
diciendo que ese calcetín
nos huele de mala salud.

Pepito pepino
tan sano no vi,
y sigue en sus trece la chica,
ministra alemaní,
diciendo que no rectifica,
que no es buen pirulí,
pues ella necesita un buen pirulón,
y yo pirulero, le dejo el de Antón,
y que siga este juego
del pepino español.
​

 

La verdad poeta sarcástica es , pero no me dice nada este poema
un abrazo.

 

Pues si no te dice nada, será que te dice algo... o, identificar algo como sarcástica, es no decir nada; cosa que sería incorrecta, porque para identificar algo cómo, primero nos tiene que, decir lo que sea...

 

Vaya lío se montó con el pepino, las bacterias y sus mutaciones. Has hecho una divertida crónica del enredo alimentario que tantos millones de euros ha costado al campo español. Un abrazo. Luis

 

Te dejo Reputación y un beso
jajaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Rosario

 

Orfe, que le den a la alemana por donde amarga el pepino, pero con una caña rota.

 

Muchas gracias Luis. Parece que te conozca toda la vida, como si fueras de la propia familia, lo digo porque cuando apareces por estos lugares en particular, me alegro sobremanera. Un abrazo

 

Muchas gracias Rosario, un abrazo

 

No sabes Ángel, el cabreo que pillé, cuando dieron la información de que esa señora, decía que no tenía nada de qué rectificar... Un abrazo