Antónimos

Antónimos

Sobre todo, ante nadie.
Casi siempre y algunas veces.
Girando como una estatua.
Podríamos haber sido y somos.
Quisiera ahogarme de tanto respirar
Perdiz y Perdigón.
Perdido y consistente.
Pérfida y Maravillosa.
Quisiera bailar estático.
Te odio con pasión.
Y sonreír como un tiburón.

 

Te amodio y odio amarte, soy tan feliz que duele gusto leerte

 

Un placer leerle

 

El odio es mejor que la indiferencia.
Porque al menos, al odiar a otro, le tienes en cuenta.
Pero con la indiferencia, te importaría un pimiento si le parte un rayo de tormenta, en dos mitades.
Luego, respecto a la belicosidad, ¿ Qué le vamos a hacer ? Mejor aún que la guerra, es el deporte.
El deporte nos mantiene fuertes y vigorosos. Y a falta de deporte, bueno es el arte.





El arte, por no helarte. De tanto arte, Madrid, que es Villa y Corte.
Y si atinas, obtendrás certezas. Como Atenas, en una cesta llena de cerezas.
Pero Atenas es capital de Grecia, y no cabe en un baúl de los Recuerdos.





¿ Cómo que no ? Si el baúl fuera un disco duro de varias Tera-Bites...
¿ Qué me dices ? Un disco duro que memorizara Atenas.





Toma que toma.





Nos comemos Atenas, porque es semejante a un helado de turrón.
Pero el disco duro de varias Tera-Bites de capacidad de memoria...
Está en la barriga. La barriga es importantísima, a la hora de digerir los alimentos.