Aparición recurrente

Entre meandros y volutas
fluye río de la noche.
Murmulleando delicadas melodías
vozarrones sólidos, metálicos.
Tambores rotundos ecos del cielo.
Por agreste paisaje discurres plácido,
en ocasiones retenido en extensos
lagunones, apenas desplazas
lazcas de luna.
Malhumorado tomas velocidad
en los rápidos pedregales destrozando
materia en tu avance, nada te detiene.
Bajar la mirada quizás...arroparte.
Remoloneando sin prisas en lucha
contra albores desapareces con
el relumbrón del día.
Soterrado navegante ofendido,
arrastrando tu cola de estrellas
y cometas.
Solitario te alejas.
Hundes andar en otras noches.
Futuras; ya viejas.
Desapareces.
Con el relumbrón del día.

 

Excelente.
Saludos.

 

Cada noche es un propuesta, un río indecoroso, una estatua que sueña el pasado, una vista al piélago inevitable más allá del estuario cuya sal ya se cuela en nuestro fluir.
Muy chingón tu poema, compañero.
Saludos y abrazos fraternos.

 

Bella escenografía, la de esos ríos profundos cuando bajan desde las montañas
arrasándolo todo. Yo, siempre suelo decir, que la vida es así... como estos ríos
que nos llevan a su antojo hasta el último de nuestros instantes.
Cordialmente:

 

Salud con un tequilazo, Poeta y hermano
Don Iván Terranova.
Cuando quieras me disparas un Don Pedro
reposado...
Abrazo fraterno.

 

TE disparo unas chelas,Nochebuena
obscura como dicen uds para mi...
Y yo te invito con una Patricia
de éstos lares.
Don Martín Vera poeta,un abrazo
fraterno.