Apenas nada

Apenas nada

Fue en un día cualquiera hace ya mucho,
demasiado quizás, cuando nací;
era enclenque, llorón, frágil, blanducho,
algo como un engendro baladí.

Luego de adolescente era feucho,
punzante y desgarbado berbiquí;
más tarde presumí de joven ducho
que nunca estuvo muy contento aquí.

Hoy pienso que la vida son dos fechas
que van a figurar en el sepulcro
cuando descanse bajo el mármol pulcro
una vez que se canten las endechas.

Quedará entre ambas datas señalada
mi fugaz duración, apenas nada.


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Hermoso, Juan Ramón!! Un remate final magnífico. He disfrutado tus letras.
Un abrazo.

 

Aquí, tu retrato, no sé si será fiel... A veces, sobre todo en narrativa, el escritor narra desde otra perspectiva, he leído cuentos desde el punto de vista de un pájaro, de un niño o de un extraterrestre. En poesía se trata de ser más fiel, ya que la lìrica expresa estados de ánimo, emociones y sentimientos del yo poético, pero a veces uno da lugar a la fantasía. Yo por ejemplo, soy a veces norna, hechicera o capitana... El caballito de tu cuadro tiene su poema en el foro de imágenes, sabes que amo a los animales y me motivan las pinturas. Saludos, Juan Ramón, no has puesto me gusta en este comentario y hacía mucho tiempo que no entraba al foro y quería saludarte... No comento más, se ve que no te agrada.

 

Gracias por este comentario, Ángel, por este y por el seguimiento que haces a lo que edito.

Un abrazo, amigo.

 

Ni fechas quedarán cuando nos vayamos, y si quedan las cubrirá el polvo. Pero estamos aquí y somos memoria de los que se marcharon como nuestros hijos lo serán de nosotros y así sucederá una y otra vez. ¿Acaso es eso nada?
No lo es pero nos lo parece comparado con todo lo que nos gusta, ¿verdad?, y es que somos así.
Esto me recuerda algo que oí por primera vez en Chile:
" ¡cómo somos! ¡siempre nos vamos a lo dulcecito!"
me quedé sin saber si esta expresión que tanto repetía nuestro acompañante era sólo suya o una coletilla de uso local. Pero tiene mucho de cierto, ¿no?
Un abrazo, hermoso soneto.
Jazmín

Mejor no pensar en camposantos

 

Excelente soneto inglés. Ha sido un placer su lectura. Y a retratado lo que verdaderamente somos: nada. Un abrazo cordial.

 

Me ha gustado mucho este comentario tuyo, y así lo acabo de hacer patente ahora haciendo clic en la pestaña correspondiente, Maygemay; no lo hice antes porque no me había dado cuenta de tu comentario, sinceramente, y es que no me llegó ninguna alerta del mismo; sabes que esas alertas le llegan al que edita solo si el que comenta lo hace con cita o en caso de que no lo haga con cita ponga al menos un "me gusta" con lo que le llegarían esas alertas. En tu caso no tuve ninguna de las dos, y ¡ojo!, no te digo esto para que me pongas un "me gusta" si no te ha gustado el poema, pero a falta de ese me gusta que no pusiste, podrías al menos haber citado mi texto con lo que, insisto, me habría llegado el aviso de que pasaste por aquí. No siempre estoy yo pendiente de mis ediciones y hay días en los que con el intenso movimiento del foro los temas desaparecen del primer plano con lo cual no me entero de si me han comentado o no a no ser, repito, que tenga una alerta como estas dos que te llegarán a ti ahora al haberte contestado con cita y con un "me gusta".

Bueno, aclarado esto te diré en relación a que si este poema es un retrato fiel o no, pues podría decirte que fifty/fifty, porque hay unos versos en los que me retrato y otros en los que me invento, pero ese estilo es muy habitual en mí.

Por último, coincido contigo en el gusto por los animales y ese cuadro del caballo que seleccioné el mes pasado en el foro de imágenes lo tengo pendiente del soplo de la musa, que llegará, no te quepa duda.

Te agradezco mucho el comentario y te mando un afectuoso saludo.

 

Es un exelente poema pero imagino que ha de ser sólo inspiración poética. Diore es un gusto pasar a leerte. Eres un gran poeta. Saludos y Bendiciones.

 

Tienes razón, Jazmín, ni fechas quedarán pues el tiempo todo lo borra. A mí no me gusta lo dulcecito, más bien me gusta resaltar lo amargo en mis poemas, lo amargo que es tanto sufrir para morirse uno, como dijera el gran Miguel Hernández.

Este poema es deudor de este otro de Borges del que cogí prestadas algunas palabras y la idea de las dos fechas; mira que hermosura de soneto:

Ya somos el olvido que seremos.
El polvo elemental que nos ignora
y que fue el rojo Adán y que es ahora
todos los hombres, y que no veremos.

Ya somos en la tumba las dos fechas
del principio y el término. La caja,
la obscena corrupción y la mortaja,
los triunfos de la muerte, y las endechas.

No soy el insensato que se aferra
al mágico sonido de su nombre.
Pienso con esperanza en aquel hombre

que no sabrá que fui sobre la tierra.
Bajo el indiferente azul del cielo,
esta meditación es un consuelo.

(Jorge Luis Borges)

Me identifico por completo con la idea que subyace en estos versos, especialmente con esa lección de humildad final cuando dice

Pienso con esperanza en aquel hombre
que no sabrá que fui sobre la tierra.

Una vez oí una frase que venía a decir que moriremos definitivamente cuando la última persona que nos conoció o escuchó hablar de nosotros haya muerto también. Moriremos nosotros, nuestros hijos, nietos biznietos, tataranietos etc,etc, al final todos seremos polvo, estimada Jazmín, como debe ser. Ese hombre futuro que no sabrá nada de mí ni de lo que fui sobre esta Tierra es la certeza de nuestra futilidad, de cuán inanes somos.
Y enlazo este pensamiento con lo último que me dices en tu comentario, lo de no pensar en camposantos; ahí difiero también de ti; yo, que ya tengo "una edad", vengo pensando en la muerte y escribiendo versos sobre ella desde mis ya muy lejanos tiempos en la universidad : "¿qué pasará cuando venga la muerte a buscarme?", escribía allá por mis lozanos 19 años. Quizás por eso, años más adelante, me gustaron tanto los relatos de Carlos Castañeda en sus conversaciones con el brujo yaqui Juan Matus al que fue a investigar sobre los hongos alucinógenos (Las enseñanzas de Don Juan). En el libro para mí más interesante de esa saga (El viaje a Ixtlán) hay una parte en la que se desarrolla el siguiente diálogo que comienza con Don juan diciéndole a su aprendiz Carlitos Castañeda:

"- Cuando estés impaciente -prosiguió-, lo que debes hacer es voltear a la izquierda y pedir consejo a tu muerte. Una inmensa cantidad de mezquindad se pierde con sólo que tu muerte te haga un gesto, o alcances a echarle un vistazo, o nada más con que tengas la sensación de que tu compañera está allí vigilándote.

-…yo argumenté que para mí no tendría sentido seguir pensando en mi muerte, ya que eso sólo produciría desazón y miedo.

- ¡Eso es pura idiotez! -exclamó-. La muerte es la única consejera sabia que tenemos. Cada vez que sientas, como siempre lo haces, que todo te está saliendo mal y que estás a punto de ser aniquilado, vuélvete hacia tu muerte y pregúntale si es cierto. Tu muerte te dirá que te equivocas; que nada importa en realidad más que su toque. Tu muerte te dirá: “Todavía no te he tocado.”

En eso estoy con el viejo indio, Jazmín: la Muerte es la mejor consejera y nos vuelve definitivamente humildes. Es la mejor medicina contra el ego.

Un afectuoso saludo, amiga poeta.

 

Conozco los dos poemas a los que te refieres, ambos de un gran belleza.
Nuestra percepción de la muerte es bastante coincidente, no podía ser de otra manera al no creer en el más allá.
Tenerlo presente condiciona muchos de nuestros actos al ser conscientes de que todo lo que debamos o queramos hacer ha de ser en esta vida.
También creo que hay que pensar en ella.
Luego,... hay matices segun nuestras vivencias , por ejemplo vivir de niños una muerte trágica en nuestro entorno familiar cercano
nos sensibiliza y nos hace prematuramente conscientes de lo efimero.
Por otra parte uno se acostumbra, en algunas profesiones especialmente, eso conduce a relativizar el valor de las cosas.
Personalmente no tengo miedo a mi propia muerte , mucho menos que al dolor propio y al ajeno que una prolongada enfermedad mía pudiera ocasionarles.
Este tema vuelve a plantearse con el reciente caso de suicidio asistido.

Rotundamente de acuerdo con tu último párrafo.
Un abrazo afectuoso.
Jazmín

Pero no me gustan los camposantos ni los ritos funerarios .

Lo de lo dulcecito pretendía ser una broma para quitarle hierro al tema.
Pero no me digas que tu eres una excepción a ¡"a nadie le amarga un dulce"!, jaja

 

No me queda claro si en el camino te fuiste "arreglando"
jajajajajajjajajajajjajajajajajajjajajajajajajajajajajajajjajaja
Saludos cordiales, Juan Roymon.

 

D

Es un excelente poema, pienso que escrito tal vez con un poco de tristeza, pero dentro de las letras, lleva un aroma de maestría.

Hoy pienso que la vida son dos fechas
que van a figurar en el sepulcro
cuando descanse bajo el mármol pulcro
una vez que se canten las endechas.
​

Y la vida, es un paso fugaz para cada uno, y dentro de las flechas, que yo las tomo como el parámetro lineal desde el inicio, hasta el fin,
dibujamos en ella lo que somos y dejamos esa huella a veces en cada letra que escribimos, haciendo de cada letra un cadalso, y en cada letra inspirada desde el fondo de nuestro sentir, le damos significado verdadero de lo que realmente SOMOS.

Un lujo de poema, me ha gustado mucho pasar por éstos versos. Felicitaciones, POETA, saludos, con todo mi respeto.

Azalea Díaz.

 

Sí, sí, por supuesto que me fui arreglando, Sergio: lo mío es como la historia del patito feo, jajajaja...

Saludos

 

En tu soneto, con rimas: A/B/A/B; A/B/A/B; C/D/D; C/E/E/, has tenido la gran capacidad de narrar todo tu proceso físico, tu situación interna y tu insatisfacción del medio en que te encontrabas y luego tu madurez y estabilidad, con la certeza de una muerte segura que todo lo borrará. Me ha gustado de manera superlativa tu soneto. Suerte.

 

Mi querido amigo, pienso...que si se piensa en las fechas, poco se aprovecha el tiempo.

...Ya me dirás de alguna forma, por qué tus últimos poemas, apuntan a una misma dirección, aunque siempre es un lujo transitar por tus letras.

Un abrazo.

 

Mis poemas suelen estar imbuidos de esa pátina de tristeza, estimada amiga, sin que ello signifique que yo esté triste.

Muchísimas gracias Azalea por este comentario en el que haces una muy interesante reflexión.

Te mando un saludo muy cordial junto con mi permiso para que me tutees, que aquí estamos entre colegas de letras.

 

Siempre es un placer para mí ver que me sigues y me comentas con tanta generosidad, Lourdes.

Te mando un saludo con mucho afecto.

 

Tienes razón, LigiA, en eso de que no solemos ser muy conscientes de nuestro efímero paso por el mundo; quizás al mundo le iría un poco mejor si los seres humanos pensásemos un poco más en eso.
Ha sido un placer verte pasar por mis letras y que dejes tu huella en en mi espacio.

Te mando un abrazo.

 

Ayyy Juan Ramón cuánta verdad encierra este profundo soneto. La vida, en verdad, es muy corta, y el corazón se cree eterno y si no se lo cree le encantaría serlo, pero la realidad es que estamos solo de paso, que nuestro equipaje debería ser ligero y transportar en él sólo lo esencial, tal como podría ser el amor y la amistad, lo demás es secundario y no es imprescindible. Si tuviésemos que poner el tiempo real de vida que hemos tenido, todos moriríamos muy jóvenes porque estarían presentes solo los momentos vividos con calidad, aquellos en que nos hemos sentido amados... ayyyy qué maravilla leerte siempre querido amigo, miles de besos llenos de cariño y de admiración.....muááááaacksssss...

 

La vida es sólo un paso en la Vida verdadera. Tu cuerpo así será mas tu alma en otro cuerpo volverá; mas como dice Shakespeare, despues del baño del olvido.
Un abrazo y buen soneto.
Castro.