Arena.

Y en medio del asfalto planté mi muralla,
infinitos sus granos color avellana,
me perdí tantas veces
que olvidé tu apellido
y una ola gigante rompió mi castillo.

Ya no vale esconderse detrás de las flores,
primavera en los huesos llevan mis canciones,
casi no queda nada,
todo es tan de mentira,
solo arena mojada y una despedida.

Del costado me sangran estrellas doradas,
llevan sal de tu mar, cristalitos de plata,
me recorren las manos,
siento como resbalan,
desde que te largaste en el viento se arrastran.

Hoy que me hago a diario desnudo mi catre,
no conozco su olor siempre duermo en empate,
resultan movedizas
mis arenas del alma
dónde súbitamente se hunden tus ganas.

En medio del asfalto planté mi muralla,
infinitos sus granos color avellana,
pero vino una ola
con tu nombre completo
y mi frágil castillo fue todo desierto.














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Una hermosa composición nos traes con esta combinación de
versos mi querido poeta, se hace muy melodiosa la lectura.
Me encantó!! Gracias por compartir tus melancólicas evocaciones,
placer encontrarte por aquí. Besitos apretados en tus mejillas.