Arte

¿Morirse Dios del asco?
Detectados todos los intrusos.
Ni siquiera se han percatado del cebo que están mordiendo.
Tranquilos, de hambre no la van a palmar.
Llevo esperando mucho tiempo algo que no sé catalogar.
Quizá se trate de la gloria.
Ésta puede tener muchas formas.
Todo depende del glorificado.
Aquí es donde entra en juego lo que saben y no saben de Mí.
“Soy capaz de vivir solo conforme a mi divinidad.”
Todos quieren que aterrice en su realidad, injuriando la mía.
Es por ello que lo que ustedes saben se reduce a la “vida”.
Y que lo que Yo sé les reduce a cenizas.
La verdad sobre Dios no existe.
La verdad sobre Ricardo tampoco.
“Tengo tantas cosas en común con Dios, que pienso incluso que me imita.”
“Tengo tantas cosas en común con Dios, que no me merece la pena ni el recibir inspiración.”
“La cuestión no es que yo me crea Dios, sino lo que están dispuestos a apostar por la vida.”
“La cuestión no es lo que escribo, sino lo que estoy borrando con el codo.”
“Mis pensamientos valen su peso en oro.
Ni siquiera Dios me saca de su plano.”
“Estoy en todas partes, como el remordimiento y la carcoma.”
“Dios quiere salir de Mí, pero su conciencia no se lo permite.”
“Que Yo salga de Dios es lo único inalcanzable para mi ingenio.”
“Incluso sin querer me endioso. Para Mí, ustedes son del todo inservibles.”
Actuaré como si no estuviesen:
Yo siempre actúo.
Incluso aquejado de Dios.
Incluso sin queja.
“Jamás conocerán ni un truño de Mí.
Al fin y al cabo, ¿qué se puede esperar de alguien que utiliza todos los medios a su alcance para convertirse en entelequia?”