Atención demandante

Parece que las mentiras que nos compartimos
no son tan malas si comparamos el cielo asfixiante,
de este credo saldremos de rodillas
al menos cansados de haber venido a visitar.

Esa incompletitud mal habida
es la que nos pudre en cada noche de gala,
repetir en nuestros esfínteres
retazos de alegrías esperando a ser realizadas.
Mis huesos no quieren oir tu crujr de voz,
conformate porque el viaje es irreversible
y somos unos perfectos escapistas.

No te frotes las manos
porque no existe tal cosa como espíritu,
no te frotes las manos esperando más de mí
porque te di lo terrenal y vomitaste felicidad,
te escribí poesía en la piel y te reíste hasta el hipo,
arrastre tu esqueleto lejos de los desconocidos
con mi cueva de la sabiduría autoasimilada,
preparé una vida vivible por décadas
pero tú como ahogando fetos en licor
despotricaste que hoy no.

Por veladas enteras derretidas
sobre una alcoba de 3x3
¡estuve masturbando su suicidio!
tuve que bajarme cuando sus potentes caricias
era un auto volcándose, decapitando los auxilios,
y lo siento pero mi corazón en forma de caja
siempre ha estado curiosamente vacío,
y hemos recorrido tanto destino invisible
que los estruendos justo a la diestra
son iterpretados en: me importa una mierda.​

 

Ahora creo que los vacíos existen,

Grato leerle

 

Grato para mí que hayas venido a visitarme. Saludos.