Ausencia

Y van pasando los meses
sin noticias de mi musa,
el recuerdo de su insulto
al poco olvido se suma.

Ni siquiera es en la prosa
donde su encanto refugia,
no consigo convocarla
merced a ninguna argucia.

Aunque, aprendiz de Aladino,
a mi lámpara recurra,
no hay magia que su fantasma
retenga si se acurruca.

No vale que la recuerde
de delantal cuando alumna
ni con sonrisa de trece
insinuando su dulzura.

En ese tiempo no había
en el aura tanta música
que en el ritmo me la evoque,
que en el viento me seduzca.

Pasiones de adolescentes
no son en la vida adulta
las fuentes que hacen milagros
quitando al amor la bruma.

Aunque quisiera evitarlo
de mi mano en su cintura
aún me quema el rescoldo
guardado en la llaga absurda.

¡Ay!, si mi musa volviera
de la mar, brotando espuma,
¿mis versos abrigarían
su adorada piel desnuda?

 

Parece que las musas no quieren visitarnos , Musador , ya somos dos en las mismas condiciones , jajaj, un placer leer tus bellos versos.

 

La verdad, Juan, es que a veces de alguna gente tenemos recuerdos que son como el agua y el aceite, dibujan una imagen contradictoria: es una sensación incómoda; siempre he sido muy sensible a las inconsistencias, y es el caso que esta musa me resulta intrínsecamente inconsistente, por eso mejor la distancia...

¡y que siga el romance!
abrazo

 

Pura impostura, Elba: de estas musas con carne hueso y espuma mejor cuidarse, jajaja.

abrazo
Jorge

 

Preciosa evocación haces de esa musa de adolescente recuerdo, Jorge. Hay musas que nunca se van del todo y cuyo recuerdo nos sigue estimulando la inspiración; veo que dices a Elba que es impostura, pero en cualquier caso no veo que haya que cuidarse de ellas, siempre que, como en este caso, estimulen de esta forma la inspiración poética.

Buen trabajo; te dejo estrellas.

Abrazo.

 

Bellos versos musador juegan a confundir con ternura si es la inspiración o el amor adolescente lo que se perdió.
Saludos Poeta y Buen día

 

¡¡Vaya!! Me encantó esta poesía a la musa ida.
En cambio yo volví... Es bueno haber vuelto.
Abrazos

 

Pues, Eratalia, tu retorno sí que me alegra. Le das a la poesía un sesgo pícaro que me encanta: algo de musa tienes, sin duda.
¿Conoces esa canción de una tal VIOLETA que empieza «Volver a los diecisiete...»?

abrazo
J.

 

Seguro, Isabel, que con el tiempo cada día convivimos más con los fantasmas... ¿Estarán de huelga las hadas?
abrazo
J.

 

¡Valen!, hacía rato que no te veía por mis temas... El amor adolescente se perdió, y se llevó consigo una de las fuentes de la inspiración: hay otras, por suerte.

abrazo
J.

 

Acalarado queda el tema de esa musa con la imagen del agua y el aceite, Jorge, que es muy gráfica por cierto.

Y en cuanto a lo del romance, por lo que es de mi incumbencia te puedo asegurar que seguirá; hay influencias que van calando como lluvia fina, y parte de esa lluvia la has llovido tu, cosa que te agradezco mucho.

Un abrazo.

 

A buen seguro que habrá algún retal de vida entremezclado con la ficción. Es muy hermoso el romance y colmado de emoción; por eso no me cuadra mucho lo de la total impostura.
Me encanto el poema, Jorge.
Un abrazo, amigo.

 

Pues a pesar que tu musa
se ha ido has escrito un bello
poema. Me ha gustado mucho.
Saludos y Bendiciones.

 

Vuelvo a lee tu romance.
Es un poema encantador.
Me gusto leerlo por lo musical
que es. Te felicito pues escribes
de maravilla. Saludos cordiales.

 

Así es, Luis, bastante hay de realidad en este asunto. Y de confusión también, como le explicaba a Juan. Me alegro de que te haya gustado el romance, gota en el «río de nuestra lengua» (expresión de cuño juanramoniano para referirse al romance y su rol histórico y estético).

abrazo
J.