Buenos amigos.

Yo podría ser tu mejor amigo,
pero la indeterminación reinante forma parte del disfrute de la vida,
como también, el Respeto.
Nos difuminamos y desaparecemos, en el ecosistema o medio-ambiente.


La nuestra es una identidad muy carismática.


Ubicua.
Puede ser España, que es una, grande y libre.
O la raza Homo Sapiens Sapiens del planeta Tierra; que también, dicho mundo se llama Gaia.
Podemos, incluso, ser hombres-máquina, para una mujer-cósmica y psíquica.





Pero la personalidad, llega un momento en que cae derrotada.


Está atada al Ego o complejo de superioridad. No obstante, todos persistimos en nuestras características.
Pues somos definitivos. Sin ser arrolladores o demasiado atractivos.
La única determinación, es la existencia; y la comodidad, el bien ansiado, en esta vida tan dura.
¡ Cómo quisiéramos ser inabarcables ! Imponderables. Cifras astronómicas. Difíciles.


Rivales en el Tenis, o en el Ajedrez. Como Roger Federer y Rafael Nadal, buenos amigos.

 

Pues aquí estoy como galleta marinera, par que vuelas a mi barco, te quiero cariño y te extraño.-

 

Muy amable, tu mensaje.
Envuelto en un paño de lágrimas.
Mujer, ¡ Te amo, yo también a ti !
¿ Qué sería de nosotros, sin esta amistad tan espontánea ?
Reverberamos, en el planeta, porque somos, o eso intentamos: ¡ Ser !

 

Sí, camarada.
Juntos, de principio a fin.
Como en una carrera de obstáculos.
Y que gane el mejor...


Pero la vida da muchas vueltas. Así que esa carrera nunca acaba. ¡ Dios mío ! La meta es la búsqueda...