Caballo Viejo

Con la luz de la mañana, la tierra comenzó a renunciar el último aliento de humedad dentro su pecho, la neblina sobre ella dio paso a las primeras horas de trabajo.

Desde una ventana a gran distancia, la escena comenzó a tomar forma sobre un campo olvidado que fue dado por perdido, el hombre y su caballo se reunieron entre roca y espina.

Sobre frente la sombra de un sombrero de paja, su piel de cuero empapado en sudor, sus manos quebradas sosteniendo firmemente las riendas de la bestia del campo. ¡A la carga grito el granjero parado sobre arado!

El arnés del caballo excavando las ranuras que formaron durante innumerables llamadas a deber, ensartadas sobre los músculos del pecho del aliado, que se encontraba parado alto e inclinado hacia adelante.

El campo fue rígido y lomado lleno de piedras, atormentado por vientos violentos y persistentes. Aislado a todo lo conocido, encontrado con gran esfuerzo y menos esperanza.

De madrugada a oscuridad la batalla se dio, entre calor de día y frescura de noche los combatientes lucharon, hasta que la hora llego cuando la tierra renuncio y el caballo murió.

 

Es una lucha desigual entre seres indefensos y seres "humanos" embrutecidos e insensibles que esclavizan e ignoran la capacidad de sufrir y de sentir dolor de "sus" animales. El hombre de campo siempre ha sido especialmente cruel con sus animales.. Excelentes letras, compañero, aunque las veo más en el apartado de prosa que en el de poemas. Un cordial saludo.

 

Muchas gracias por su comentario y estoy de acuerdo con usted respecto al trato de los animales.