¡Caca!

Amar es extraordinario.

Quieres estar a la altura,ser bella por dentro y fuera.
Se ha mudado a mi cuarto de baño.
Me acompaña y cuida.
Nunca me he sentido tan viva.

Tengo miedo.
No.
Pánico a no ser quien espera.

¿Y si no sé hablarle?
¿Y si tatatatartamudeo?
Ó no paro de cotorrear.
¿Y si no quiero despegarme?
¿Y si no puedo parar de besarle?
¿Y si es sí,quiero?
¿Porqué no?
Tampoco es tan horrible enamorarse.
¿Qué puede pasarme?
¿Qué enmudezca al encontrarse mi sonrisa con la suya?
No hay de qué preocuparse.

¡Caca!
¿Cómo tengo que ir vestida?
Porque el pijama no vale.

 

Casi sin darnos cuenta, nos hemos hecho dependientes de las expectativas de los demás y bien lo describes en este bien logrado poema.

Pijama? Vale!

Mi esposa, que nunca en su vida ha salido de la casa en pijama, hoy se asomó a la calle a recibir un paquete de envío vestida así.

Te saludo con afecto,

Javier

 

Puedes ponerte ese "TÚ", que tanto me gusta, y que me hizo enamorar.
El café te gusta caliente y con leche, ¿Verdad...?

 

Se vale todo si hay amor, solo tienes que ser tú, nada más.
Me gustó pasar a leerte, Aldonza. La belleza que importa es la de adentro.
El amor que podamos trasmitir sincero, sin mentiras, eso es lo vale y si lo saben valorar, jaque mate.
Te deseo lo mejor, desde mi corazón. Cuídate mucho.
Un abrazo enorme.
Azalea.

 

Me apasionan tus almohadas vacías y todas tus letras con tus palabras escritas por tus manos.
Te amo porque me amas con pijama,sin pijama y sin poder dormir.
Es un Sí,quiero.




Nunca lloré de felicidad ante un amor así.
Es mi primera vez.
Quiero desnudarme y sonreír ante ti.

 

Desprenderse de tejidos inertes, cremalleras y botones, no es un acto tan difícil.
Lo realmente complicado puede ser desnudarse de la piel que nos tapa.
Dejar expuestos nuestros miedos y fantasmas.
Mostrar las heridas y las cicatrices con las que la vida dejo su firma.
Desprenderse de los jirones que quedaron de cada batalla y mostrar el alma y el corazón a pecho descubierto.
Expuesta al ataque y al escarnio de los abanderados del dolor gratuito.
Esa desnudez, ya me la estás regalando.
Con tu sonrisa.
Con tus lágrimas.
Con todo ésto que eres y dejas entre ver en cada palabra...

Qué puedo decir.
No creo que pudiera pedir más, para sentir como tú me haces sentir...