Café subterráneo

Para variar "ascensor descompuesto"
Las escaleras e insomnio, pretexto.

Memoria aguarda bajo el hotel
la tenue luz que acaricie su piel.

En el piso menos uno la cita,
La misma mesa y rincón solicita.

Entre los humos y sombras su forma.
Otras antiguas veladas su horma.

Con un cigarrillo a medio encender
quiera espejo su reflejo volver.

Con azúcar derramada dibujo
el contorno de su rostro; embrujo.

Pinto sus ojos con hojas de té,
besos envueltos en rojo crepé.

Siento sus dedos en el satín terso.
En cada frase que dijo un verso.

Bajo la mesa desnudo su pie,
sigue jugando a quién sabe qué.

Descansa neón un brillo en su hombro.
Escena completa digna de asombro.

En mi copa humedad de su boca
y la balada precisa se toca.

A la pista pasajeros del vuelo.
Descalza roza el vestido mi suelo,

Las sillas arriba, cambio de turno,
despiertan de golpe sueño nocturno.

Marcho, deseando su bien donde esté.
Mi suerte la cambio rato después.

 

Palpitares de insomnio que registran un breve suspiro querido amigo...
Un gusto leerte...un abrazo...
Nancy

 

Los mejores deseos, desde lo más profundo del corazón, de quien ama...
por quien ama.

 

Me emociona mucho la escena de la cita, la exquisitez de ese hombro, pero el encanto se rompe con esas sillas patas para arriba y me deja deseando que la historia -o el sueño- continúe.
Es un gusto seguir encontrando tus letras, amigo Sergio. Te dejo mi abrazo cordial.

 

Como no está en clásica no te lo hago picadillo , jajajajaja, un gusto leer y dejarte mi huellita con un beso , Sergio.