Caminante.

Caminante que caminas
con el eco por silencio.
Tú que tienes pies de plomo
y la pena por sendero.

Caminante que sostienes
en tus manos la esperanza.
Cuando el corazón no alcanza,
a escuchar la voz del viento.

Tú sientes en el alma
cada paso como espina.
En ti que el dolor germina
cual semilla en suelo fértil.

Acurrúcate desnudo.
Más que el cuerpo, el sentimiento,
en la cuna del olvido,
cuando ya te creas muerto.

Y enciende en tu pecho el fuego
del verso que te sostiene,
pues es su voz la que tiene,
tu dolor por argumento.

 

¡¡Hermoso poema Gloria!!!
Yo desde mi profesión de geólogo me considero un caminante, en mis tiempo idos pasaba muchos días entre parajes inhóspitos caminando y buscando senderos siempre en la soledad y la aventura, por eso leer estos versos me calan mucho, mucho. Alguna vez a mis 17 años escribí un poema a los caminantes que empezaba así...

Caminante que vas por la vida
con tus penas a cuestas y tu hondo mirar.
Caminante tu ser vagabundo
nació de las noches que no tienen final...​

Encantado de llegar Gloria... Un fuerte abrazo!!!

 

Hermosura divina de arte espléndido.
Suprema inspiración excepcional.
Grandiosa obra.

 

Precioso poema en el que el caminante mira siempre hacia adelante arrastrando su dolor.
Es una hermosa metáfora sobre la vida. Me ha gustado mucho amiga Gloria. Un abrazo. Paco.

 

Unas bellas letras nos dejas Gloria Maria inspiradas en ese
caminante que hace su camino al andar afrontando todas
las vivencias tanto buenas como malas. ha sido un placer
el poder pasar a leer tu inspiración hecha poesía.
Un abrazo. Tere

 

Inmensa maravilla de obra espléndida de emocionante inspiración.