Canto crepuscular

Cuando en el mar el sol su luz declina,
deja un celaje sonrosado y terso,
dándole al agua un resplandor diverso
y al panorama una visión genuina.

En el poniente la visión marina,
atrajo el estro que posé en mi verso,
que conjunté a mi diapasón inmerso,
en cuyo timbre mi laúd se afina.

Y puse el numen en el verbo alado
para surcar el cielo pincelado
hacia la tarde cuya luz desmaya.

Y entre su encanto que a mi ser seduce
tracé las notas que mi voz produce
sobre la arena de la extensa playa.

 

Otro buen soneto crepuscular. Siempre me ha parecido que el ocaso sobre el mar es poesía sin paliativos.

Me encanta ese soneto de Manuel Machado llamado Ocaso, creo. Me he acordado ahora al leer el tuyo.

Saludos cordiales

 

Muchas gracias, Carlos, por tus palabras. Debo decirte que mi solar nativo tiene un amplio litoral que ha sido parte de mis vivencias y trato de reproducirlo en algunos de mis poemas. Te mando, como siempre, un saludo afectuoso.