canto desesperanzado

Madre, suelteme las cadenas,
Que llevo pesares de alma
De nichos cubiertos en ocre,
Y días que nunca acaban...

Que velen por dios en mi nombre!!!
Los cristos con todas sus guadañas,
Que a pies descalzos coreen mi nombre
Yo soy la puta que nadie nombraba...

Madre deme usted la muerte
que Viva no encuentro
morada,
ni alíento, ni soles cruentos
de rayos con lengua afilada. .

Ni espartos con labios sinceros
de plumas con la cola plata,
Bocas , faltas de un te quiero
Dedos , caricias gastadas...

Que miro a lo lejos
no veo
caminos que porten
esperanzas,
Jirones ardiendo en
deseos
Cigarras danzando al
mañana...

Madre, de verdad que
Lo siento,
Si acaso no vengo
Y me llama,
que de piedra son todos
mis lamentos
Lavados en agüita clara...

 

Calammaro es muy hermoso poema, de letras inspiradas en el dolor, enhorabuena por tus letras, busquemos alguna esperanza, saludos.