Caral

CARAL




Con pasos sobrios, decididos, va la pira
que el sacerdote lleva, con estampa altiva,
centelleando el fulgor, que radia a la alborada,
suma humanidad en la luz de su mirada.


Incas y españoles derruidos del destino
sellarían su declino de conquistadores
dejando dentro el alma de la estirpe escrito:
¡Cruel afán de gloria es con sangre ser señores!


Ímpetu y coraje es la pasión cuando es ciencia,
dando certeza y argumento a la Providencia
que en la prosperidad humana se complace.


Genuina identidad que ofrece la razón
renace la ciudad que, cual modelo yace,
es credo de paz de una fraterna nación.

 

Un hermoso poema, sobre una historia de conquistas y señales que han quedado.

Un beso y mis estrellas.