Constelaciones poetesimales

Nuestras constelaciones.
Están hechas de letras.
Padres,
Abuelos,
Formamos parte de todos ellos.
Todo cuánto hayan hecho,
Nos habrá afectado.
Estaremos siempre conectados.
Somos el resultado de sus actos.

A mí me ha pasado.
Desde mi nacimiento,
Hasta hace un rato,
Todo es un absoluto caos.
Nunca me arroparon,
Ni me protegieron del malo.
No me enfado,
Solo debo asumirlo de una vez.
Son mis constelaciones,
Nunca las cambiaré.
Cuando parta y suba al supuesto cielo,
Ajustaremos cuentas.
Me pelearé por enésima vez con todos ellos.
Volveré a mis porqués.
A besarles,
Aunque no me cuidaran bien.

Quizás,
Después de todo,
No lo hicieran tan mal,
Crecí,
Sin espejos donde mirar.

¿Me debería depilar?

 

Bristy está más despierta.
Y tú, Aldonza Lorenzo, ¡ Estás confrontando contigo misma !
Claro, tu familia es parte de ti.
O quizá, al revés: Tú eres un fruto del árbol genealógico.


¡ Un fruto ! Por ello, te recomiendo que hagas zumos de diversas frutas y verduras.
Aderezados con alguna infusión.


A mí, eso me permite estar sano y fuerte.
Y luego, entiendo que debo ayudar a otros.
Compartir mi Sabiduría...
Pues de lo contrario, la Sabiduría muere en mi interior.


Y como sé que no a todos puedo echar una mano...


Hoy, sin ir más lejos: Veo por la calle, a una mujer joven, guapa y borracha, que me dirige su discurso, sin conocerme de antemano. Y yo asentía. Y sonreía. Pero tenía cosas que hacer, y me dirigía a un taller de dibujo. Ella, litrona en mano, hablaba desde un banco de piedra, y su voz resonaba como en las emisoras de radio. Parecía haber enloquecido, no sé por qué. Supongo que su marido le pegaba. Pero su voz era preciosa.


No sé qué hacer con ella.
De entrada, ya me da que pensar.
Porque el otro día, también tuve oportunidad de rescatar a un perro Labrador Retriever.
O quizá era hembra. Pero cojeaba, y tenía sed. Me sonaba su cara, y su cuerpo, como del vecindario. Pero en concreto, no sé a qué dueño le corresponde. Y le dejé ir, calle arriba. Pero se dio la vuelta, y me miró. Como reconociendo a un socio, de la misma empresa.


¿ Soy yo, un primo lejano tuyo, del Canadá ? Seguí mi camino, para hacer deporte.

 

Amiga,
Es inevitable no mirar atrás.
Sin querer,
Inconscientemente,
Retrocedes y vuelves sobre tus pasos.
Gracias Bristy,
Por el regalo de tu compañía.

 

Sigue caminando,
tu labor es la obra.

Espero a que mi dueño me recoja.
Me dejó colgada entre éstas letras.
A veces,
Era bueno.

Mi voz es preciosa.

Gracias.
Fue mágico haberte reconocido

 

en contexto cada quién debe aceptarse tal como es


(yo dando consejos)


siempre me es grato leerte guapa

 

Cada uno camina bajo sus propias estrellas, tiene su propio firmamento.
Un placer leerte y disfrutar de tu poesía amiga.
Un abrazo fraterno poeta.