Da igual...

Para qué adorar la vida,
sólo estás un momento
siempre buscará la huida
a otro lugar tu tormento.

Es tan escaso mi apego
a lo vivido y disfrutado
que si placer me da, niego
cualquier vergel dichado.

Ah! Quién tan solo pudiera
navegar y en la distancia
olvidar cual gris quimera
del dolor, la resonancia.

Pero es sólo esperanza
hallar a mi dolor consuelo
¿para qué tanta añoranza
si al final vamos al cielo?

 

Los octosílabos tienen esa melodía particular de hacernos sentir ante un canto, una melodía corta... y los que son románticos o melancólicos, nos saben aún más bellos y más certeros, casi como proverbios ancestrales.

Pero es solo esperanza
hallar a mi dolor consuelo
¿para que tanta añoranza
si al final vamos al cielo?"

Magnífico cierre... con esa manera de filosofar y preguntarse si vale la pena una vida de dolor por el premio que nos espera. Al final la respuesta está en el corazón de cada uno.

Un abrazo.

 

interesante cuestionamiento...
me agrado leerte...
saludos...