Décimas Confusas

La tentación de la infidelidad, adivino en esta confesión un tanto confusa, te ha tendido una trampa. El diablo nunca duerme, aunque Homero lo haga. La combinación discordante de tiempos verbales en los primeros versos me resultó muy chocante. No me opongo al uso del llamado «presente histórico», pero creo que requiere separar el pretérito y el presente en frases distintas, como lo haces por ejemplo al cambiar de tiempos en la segunda décima en los versos 9 y 10.

un abrazo
Jorge

 

Cuando se ama, todo está perdonado; en el amor no existen culpables, solo víctimas.
Unas décimas para conservar en el recuerdo.
Aplausos, Vicente.

 

¿Charlando con Homero, por añadidura?, jajaja.

abrazote
J.

 

Al margen de ese presente histórico en el primer verso y la buena y acertada observación de Jorge al respecto de su uso (pero las hiciste en 10 minutos, así que perdonado, jajajajajajajaja), tus décimas son soberbias, no solo por el contenido, sobre el que simplemente hago mío el soberbio comentario de Libélula, también por la excelente utilización de las admiraciones, las pausas, los interrogantes, los presentes y los pretéritos, el vocabulario, y la pátina de ingenio que se vislumbra en su confección.

Con Homero o sin él, jajaja, tu Odisea ha recalado felizmente en unas décimas cojonudas, jajajajajajajaja.

Mis estrellas, querido Chu, y la repu te la doy aquí porque la maquinota carajota, jajaja, se ha negado a que te la otorgue.

Un abrazo rompedor, eres único, jajaja.

 

Jajajajajajajaja, síiiiiiii, ya somos dos, jajajajajajajajajajaja. Pero tú eres más único, e irrepetible, jajajajajaja.

 

Jajajajajaja, síiiii, pero el ajoaciete en su versión alioli, osea, el auténtico, el catalán, ese que se unta en las torradas de pan, solo ajo y aceite, verde de color, espeso, y que pica como un demonio, jajajaja, y que es auténtica delicatessen en las mesas de las pallesías convertidas en restaurantes de carretera, acompañado de embutido del Ripollés, de Camprodón, de Vic, o de un conejo con caracoles, jajajaja, y con vino de payés, jajajaja, ese............¡sí que es único!, jajajajajajajajajajajajajajajaja. Lo saboreé durante media vida en Catalunya. Ahora soboreo la manzanilla, el fino, y el Montilla-Moriles, jajajaja, y el pescadito, jajajajajajajajaja.

 

Pues por más que todo haya estado tan confuso, Don Vicente. Ha sido bonito perderse en ese estado de ensoñación, sobretodo cuando la contemplación es grata y genera sentimientos agradables en el corazón. Lo lindo es que usted ha dejado esas impresiones en sus letras, a veces también nuestras fantasías se hacen realidad.

Abrazo.

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Me quito el sombrero ante estas décimas.

Gracias por deleitarnos una vez más con tu excelente poesía.

Un saludo.


Miguel Angel.