Declinación

Como esquivando la saliva sobre mis pechos
me mirás de reojo
en la habitación que tiembla (por el frío)
la oscuridad ya no trae la noche
ni lágrimas a la nariz nublada

me abraza la lana de un tejido helado
con olor a polvo de un camino cíclico

sabía que repetir la pregunta no cambiaría
el rumbo de las ropas que ya no juegan en el cuerpo

el tiempo en la arena sólo formaba
médanos sobre la saliva que humectaba mis pechos florecientes.

Ahora me mira tu espalda
- piel árida tatuada con mi tristeza -
¿dónde se unió la gota de agua con la sal que arde en mi boca?

mis dedos percuten los objetos que no besan
la piel se arruga como un papel desechado en un cesto
como si se disolviera la tarde en la ventana
como si se extinguiera el deseo.

 

Aridez es ciertamente, una de las múltiples sensaciones que uno percibe cuando el amor se retira, cuando declina...

Buen poema, Paula, buen poema. Hay imágenes realmente buenas .

Un beso

 

Leer poemas tan buenos como este es algo muy emocionante,
amiga, tus palabras son de verdad hermosas.

 

me abraza la lana de un tejido helado
con olor a polvo de un camino cíclico​

Tan triste y meláncolico como bello, Paula.

Ha sido un placer pasar por tus letras.

Un beso

 

Muchas gracias Luis... y coincido muy bien... es la aridez, tatuada en la piel...
el final del amor...

un saludo

Paula

 

Te agradezco tu apreciación...
y es un gusto poder despertar esas emociones...

gracias
saludos
Paula

 

Poema que tramite tristeza, melancolía, desgarradamente dulce, evocador... Muy bueno, un beso.[/QUOTE]

Muchas gracias Julia por tu interpretación... y tus palabras
saludos

Paula

 

Paola...
Me gusta en verdad tu estilo,
con metáforas poco convencionales,
y siempre sorpresivos desenlaces.
Tanto en tus poemas como en tus historias!
Un beso!
Albert

 

Muchas gracias Ana por tu paso por aquí y me alegra que te haya resultado placentero... hasta la próxima...

saludos
Paula

 

Muchas gracias Albert por la visita que hacés a mis textos...
un abrazo y me alegra mucho que te guste...

saludos
Paula