desencuentros

Encuentros, la vida que nos margina en pequeños encuentros, allí, en la tierra desesperada, allí donde se nos administra y deja de nosotros poco de donde escoger, yo elijo mi desconcierto en la forma endeble de tristes experiencias, la fuente inerte de desagradables transeúntes, y me erigí tan correctamente, que allí fui el ciego, donde llorar no es una opción sensata, logre romper las fibras mas duras del odio.

Hiciste de tonto frente a todo el mundo, cinco a uno a que tu rompiste las reglas, en un día soleado las cosas brillan demasiado. ¿ podrás decirme como lo hiciste?, Ahora el mundo espera solo por ti, quiere ver siquiera una carcajada.
Dios prometió amar al hombre... en lugar de ello lo deja sin su libre albedrío, le negó entonces la gracia infinita de ser su propio dios, ese que se carcajea con la luna y el sol, esa criatura que se estaciono en mi lado preferido de la cama, en la calle del amor, ella mora como una espía, en la casa del amor, en los mismos jardines donde él, mi hermoso amigo, confirma este final.

En mis sueños van andando los despertares, sacúdanme por favor, llévenme a descubrir mi mas intimo y secreto miedo, ayúdenme a escoger la fantasía correcta.

En este vasto e inerte paseo terrestre, nos reuniremos, habitantes del vació, desnudos en los vientos; músicas y personas caracterizadas entre ellas amándose, solo valiéndose de sus espíritus y sus sexos sangrientos.
Escoge el tiempo ahora, en cual me internare aquí, donde todo se rompe, donde las danzas se bifurquen y se atomicen en otras formas de sentir, que la tradición sea pateada de formas deliciosas.

Así los soñadores bajo bellos colores, emergen bajo el agua, se visten con los rayos lunares que una y otras ves dibujan la tristeza que se cuela por la ventana. Me quiere atrapar, me dice que me marche y me despierte, aquí las fantasías no son para ti debes esperar tu turno.

¡OH de mis errores!, Ellos serán juzgados, y por ellos obtendré tu incomprensión ¡OH poderosos navíos! Ayúdenme a naufragar.